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Joaquín Batista
Valencia
Domingo, 10 de noviembre 2024
La calle San Miquel de Massanassa, convertida en un gigantesco charco de fango, desemboca en el colegio público de Primaria Lluís Vives. En lo que queda de patio está Teddy Shiferaw, que espera a que se inicie el desescombro porque allí estaba su hogar. Este ... centro, uno de los trece que han quedado prácticamente destruidos por la DANA, todavía daba a la casa del conserje su uso tradicional. El vecino, natural de Etiopía, ha sido durante veinte años el encargado de abrir y cerrar el centro y de asumir las labores de 'manitas'. De su pantalón cuelga un enorme manojo de llaves, y de su mirada, la desolación. Se ha quedado sin vivienda, y si no llega a ser por la ayuda externa, podría haber perdido la vida con la inundación.
La lista de colegios con mayores daños facilitada por la conselleria recogía doce pero se centra en los públicos, aunque también hay algún concertado. Y en algunos casos hay afección estructural. Según dijo el miércoles el conseller Rovira, difícilmente podrán reanudar la actividad este curso. Los alumnos serán realojados en centros de Valencia y el área metropolitana, si todo va bien, durante la próxima semana. Y en base a la primera estimación de daños, se necesitarán 1.135 millones para reparar infraestructuras, instalar barracones, equipamiento, transporte, comedor, limpieza o revisiones eléctricas. Para todos los afectados (92), no sólo para los doce.
En el Lluís Vives el nivel del agua llegó a los dos metros. Y la destrucción es total en la planta baja, donde se ubican aulas, la sala de profesores, el comedor, la biblioteca, el estudio de radio y la zona de dirección y de recepción. En el patio se han amontonado decenas de sillas y mesas que sacaron los voluntarios en días previos, pero no se ha entrado a desescombrar. La inspección técnica determinó que no es seguro permanecer en las instalaciones. Se observa alguna viga doblada en un techado metálico y muros visiblemente dañados. También está devastada la casa de Teddy, que estos días permanece por la zona por si puede rescatar algún objeto que se haya salvado. Y para disponer de comida que llevar a su familia.
El día de la riada estaba en casa con su pareja, la hija de ella y la suya, de dos años. «Empecé a escuchar gritos, decían que saliéramos, y cuando me asomé no había mucha agua, pero al intentar abrir la puerta era imposible y el nivel subía. Nos salvamos gracias a Cristian, un exalumno, y su tío, que vinieron a por nosotros y junto a las chicas de la limpieza (estaban en el edificio) pudieron romper la puerta. Nos refugiábamos todos en los pisos de arriba», explica. En el momento del rescate el agua les llegaba al pecho. «Estamos desesperados y necesitamos sobre todo un sitio donde vivir», explica el conserje. De momento, están acogidos en casa de un amigo, en Valencia.
El colegio público de Infantil y Primaria Orba, en Alfafar, es otro de los más afectados. Está precintado, con avisos pintados en las paredes que alertan de que no se puede entrar por el riesgo de derrumbe. Exactamente en dos de los cuatro módulos que lo componen, como explica María José Sanchis, la secretaria, que también colabora en el puesto de reparto de comida situado en la zona exterior. Se trata de los edificios que acogen las clases de 1º y 2º de Primaria y el aula UECO y el que incluye a los grupos de 3º a 6º de Primaria. En el patio todavía permanece alguno de los coches arrastrados por la riada, y parte de la zona exterior se ha utilizado para almacenar los vehículos que quedaron amontonados (hasta una altura de un primer piso) en una calle lateral.
CEIP LES Comes de L'Alcúdia.
Escuela Infantil La Font de la Rosa de Aldaia.
CEIP Orba de Alfafar.
CEIP Carmen Miquel de Algemesí.
CEIP Blasco Ibáñez de Alginet.
IES María Carbonell de Benetússer.
Colegio Nuestra Señora del Socorro de Benetússer.
CIPFP Catarroja.
IES Berenguer Dalmau de Catarroja.
CEP Lluís Vives de Massanassa.
Conservatorio de Música de Utiel.
IES Alameda de Utiel.
Escuela Infantil Ciutat Jardí de Torrent.
Catarroja, Benetússer y Utiel son las tres localidades que han perdido dos centros para lo que queda del curso. En cuanto al primer municipio, se trata del Centro Integrado Público de FP y del IES Berenguer Dalmau. Un alumno de este último explica se han producido actos de pillaje en las aulas, e impresiona el aspecto del patio, cubierto por un mar de cañas, y la cantidad de barro del interior de los barracones de la ESO. Respecto al centro de FP, cuya entrada toca pared con pared con una oficina de Labora, resulta imposible distinguir donde empieza uno y acaba la otra ante el amasijo de escombros y enseres.
En cuanto a Benetússer, los mayores daños se han registrado en el IES María Carbonell, que tiene una furgoneta empotrada en la entrada -y el gimnasio, el auditorio y las aulas de la planta baja destrozadas-, y el concertado Nuestra Señora del Socorro, que ha perdido las instalaciones de Infantil y el muro. Son escuelas contiguas, situadas en una de las vías donde mayor fuerza cogió el agua.
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