Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Óscar B. de Otálora
Sábado, 13 de abril 2024, 00:20
Si hay algo que la escritora J.K. Rowling está demostrando en los últimos meses es que está dispuesta a enfrentarse a quien sea por defender sus ideas. La premio Príncipe de Asturias y una de las personas que más ha hecho por extender la ... lectura entre los jóvenes gracias a su principal creación, la saga de Harry Potter, está en el ojo del huracán por posicionarse, desde la izquierda, en contra de la ideología de género. Ayer mismo, arremetió contra los actores que han interpretado a Harry y Hermione –Daniel Radcliffe y Emma Watson– y aseguró que «no les perdonará» el que se hayan posicionado a favor del cambio de género de menores y de considerar mujeres a los hombres 'trans'. Esta es la bandera que desde hace años exhibe Rowling y con la que está dispuesta a pelearse con quien sea. Aunque sea considerada la máxima expresión de la transfobia.
La escritora es en estos momentos el mascarón de proa de las 'terf' en el mundo. Este insulto procede del ingles y son las siglas de 'Trans-Exclusionary Radical Feminist'. Lo que traducido sería feministas radicales trans-excluyentes. El termino surge de un feminismo que considera que la naturaleza y el hecho biológico es lo que definen los sexos y por lo tanto, un hombre trans'' no puede ser mujer o una mujer 'trans', hombre. Se reconocen sus derechos, pero su categoría debe ser otra. Este debate se enmarca en el debate de la conocida como 'ideología de género' que, por el contrario, considera que la genética o la biología no tienen nada que ver con el sexo y lo que lo define es la autopercepción.
Las 'terf' en su mayoría, proceden de la izquierda ya que, según su visión, la lucha de las mujeres con conquistar derechos y espacios se puede ver afectada si no se tiene en cuenta el hecho biológico. El ejemplo más obvio se encuentra en el deporte, en el que hombres que se declaran mujeres compiten en categoría femenina –es un aspecto que ahora comienza a ser regulado– y cuentan con más ventajas para ganar por cuestiones anatómicas. En España, la mayor representante 'terf' ha sido la exvicepresidenta del Gobierno socialista Carmen Calvo, quien no dudó en enfrentarse con la entonces ministra de Igualdad, Irene Montero, por defender una 'ley trans' impregnada de ideología de genero. En el deporte, la medallista olímpica Ana Peleteiro defendió que la mujeres 'trans' puedan participar en pruebas deportivas «pero no en el deporte profesional». Tras realizar esta declaración denunció una campaña de amenazas en su contra.
J.K. Rowling
Pero J. K. Rowling es quien está combatiendo en la trinchera de las 'terf' con toda su alma. Esta semana entró en vigor en Escocia, donde ella reside, una ley que regula delitos de odio en los que incluye las referencias a «la orientación sexual, la identidad transgénero y las variaciones en las características sexuales» de las personas. La reacción de la escritora fue publicar en X, antes Twitter, los nombres de una serie de personas 'trans' a los que identificó por su genero biológico y no por el que se percibían. Es decir, llamó hombres a personajes públicos femeninos que en el pasado habían sido masculinos.
«Que me detengan si quieren», retó. De manera previa, había vuelto a acusar de machismo a las leyes 'trans' y a la norma sobre los delitos de odio porque, en su opinión, «otorgan mayor valor a los sentimientos de los hombres que llevan a cabo su idea de feminidad, aunque sea de manera misógina u oportunista, que a los derechos y libertades de las mujeres y niñas de verdad».
Quizás el punto más importante de su batalla se produjo el 10 de junio de 2020, cuando publicó en su página web un texto que se convirtió en una especie de Biblia para quienes rechazan la ideología de género. En ese escrito, J.K. Rowling explicó cómo había sufrido agresiones de su primer marido y cómo creía necesario crear espacios seguros para las mujeres. La autora atacó el léxico 'trans' que para definir mujeres utiliza términos como «personas menstuadoras». «Me niego a doblegarme ante un movimiento que está causando un daño demostrable al erosionar a la 'mujer' como clase política y biológica», escribió. Desde entonces no ha parado.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.