Rescatan a un padre y a su hijo menor de edad tras subir a un pico en La Rioja «sin la preparación necesaria»

La actuación se inició cuando agentes, que acababan de finalizar una práctica de escalada por las paredes verticales de roca y hielo del Pico San Lorenzo, a una altitud de 2.150 metros, «observaron a dos personas ascendiendo con gran dificultad por el hombro nor-noroeste de la montaña». Se trataba de un varón, de 39 años, y de su hijo, de 11, residentes en Miranda de Ebro, que «se deslizaban constantemente debido a la falta de equipo adecuado y trataban de abrirse paso en la nieve dura y el hielo con sus botas». Una vez a su altura, los agentes comprobaron que «a pesar de las bajas temperaturas y las difíciles condiciones del terreno, los individuos habían emprendido el ascenso sin la preparación necesaria». «Carecían del material imprescindible para este tipo de actividades, como calzado especializado, equipo de seguridad o herramientas para emergencias. Además, evidenciaron una preocupante falta de experiencia en actividades de montaña, lo que incrementó considerablemente el riesgo para ellos y para los equipos de rescate», asegura el comunicado de las autoridades.

Pese a todo, y siempre según las fuentes oficiales «el padre manifestó su intención de continuar hasta la cima porque no se atrevía a descender por la misma ruta por donde había ascendido, alegando el riesgo de resbalones y caídas». De hecho, planeaba descender por la cara este del pico, «confiando en que las condiciones mejorarían» algo que los uniformados le desaconsejaron debido a que esa zona«presentaba una mayor acumulación de nieve y condiciones de hielo debido a su menor exposición al sol, lo que hacía la situación igualmente peligrosa».

No quedaba más que emprender el descenso por la misma ruta usada para subir, para lo que los especialistas del GREIM optaron por usar el procedimiento de cuerda corta. «Les proporcionaron un piolet para apoyo y para detener eventuales caídas. Cada agente se encargó de controlar la cuerda tensa para evitar cualquier pérdida de equilibrio de los rescatados», detallan desde Interior. Con todo, padre e hijo sufrieron constantes resbalones que los agentes detuvieron en numerosas ocasiones, guiándoles sobre los puntos más seguros para progresar. Las mismas fuentes definen la operación como «especialmente lenta» aunque concluyó con ambos rescatados llegando sanos y salvos a la zona en la que habían dejado su vehículo.

La Guardia Civil ha calificado como «alarmante» que «numerosos escaladores experimentados estuvieran realizando la misma ruta sin intervenir al percatarse de las precarias condiciones en las que un padre y su hijo intentaban llevar a cabo su imprudente ascenso». «Ninguno alertó sobre la evidente negligencia, lo que podría haber evitado un posible desenlace fatal», censuran.

El pasado sábado, el GREIM también tuvo que intervenir en dos rescates en la zona de Espinosa de los Monteros. Allí, una mujer, bilbaína de 42 años, y un hombre de 48 murieron en dos puntos distintos durante la tarde. Los cuerpos de ambos fueron recuperados por la Guardia Civil durante la tarde-noche del sábado, según ha confirmado la Comandancia de Burgos.

El primer aviso se produjo pasadas las 15.45 horas. En él se alertaba de que una mujer había sufrido desvanecimiento mientras realizaba senderismo en el Valle de Bernacho, de Espinosa de los Monteros. Hasta el lugar se desplazaron agentes del instituto armado, un helicóptero de rescate con personal sanitario y dotaciones de bomberos. Según las mismas fuentes, pese a los esfuerzos de las asistencias «durante al menos una hora» la víctima falleció.

Mientras los servicios de emergencias realizaban esta intervención, a las 16:30 horas se recibió otra llamada que avisaba de que un varón «había sufrido una fuerte caída mientras cazaba junto a su hijo en la parte superior del Alto de Bedón, también en Espinosa de los Monteros». Pese a las dificultades para su localización, «por la falta de conexión telefónica y lo escarpado del terreno, ya que estaban en una peña situada en la parte superior de la ladera de difícil acceso y con condiciones geográficas peligrosas, los guardias civiles pudieron acceder al lugar junto a los servicios sanitarios».Una vez en el lugar de los hechos, el médico que acompañaba al equipo de rescate confirmó la muerte del hombre. Según la Comandancia de Burgos, el fallecimiento «sería compatible con el traumatismo craneoencefálico producido por la fuerte caída».