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La tensión vivida en la visita real a Paiporta quebró la serenidad de la Reina. «Lo siento, lo siento mucho», dijo doña Letizia a ... la multitud que la abordaba, mientras las voces de los asistentes se dividían entre vítores y abucheos. Entre los empujones, reproches y lamentos de las víctimas, llegó un momento en que la monarca no pudo aguantar más la presión del momento y mostró su lado más humano, rompió a llorar.
Los Reyes de España llegaron a la zona cero de la catástrofe, acompañados del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón. La comitiva fue recibida por la población concentrada al grito de «¡asesinos!» y se formó un tumulto que llevó a los servicios de seguridad del Estado a aconsejar el abandono de la zona. De hecho, el presidente del Gobierno fue evacuado y su coche sufrió algunos desperfectos como consecuencia de las patadas y golpes de algunos vecinos. Otro vehículo de la comitiva quedó prácticamente destrozado.
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Sin embargo, los Reyes optaron por quedarse y se bajaron de los coches oficiales para intentar expresar a los afectados su solidaridad e informarles de los pasos que se están dando en las labores de rescate y para la recuperación de la normalidad. La pareja real avanzó entre una multitud indignada, dividida entre quienes lanzaban barro y proferían insultos y quienes expresaban también su apoyo a la monarquía por su gesto con las víctimas.
En un momento determinado, abrumados por el gentío que les rodeaba, se separaron. Ella se quedó retrasada unos metros más atrás que él, hablando con varias personas.
Con la cara y las manos cubiertas del barro que le habían lanzando momentos antes, Doña Letizia se detuvo para charlar con una mujer, a la que expresó su apoyo y comprensión. «¡Cómo no van a sentirse así, cómo no van a estar cabreados», le dijo empática y visiblemente emocionada a una mujer desolada y con el rostro desencajado de dolor.
«Por ustedes no es», le respondió la mujer y varios de los presentes asintieron con frases similares. La Reina, entonces, se echó las manos al rostro, comenzó a llorar y los miembros de la comitiva real decidieron apartarla del grupo.
el rostro salpicado de barro y marcado por la consternación del momento, la reina Letizia no pudo evitar derrumbarse este domingo en Paiporta cuando fue abordada por una ciudadana que comenzaba a llorar desesperadamente y se abrazaba a ella en busca de consuelo. «Cómo no van a sentirse así. Cómo no van a estar cabreados», ha afirmado doña Letizia.
Otra ciudadana le mostraba su dolor sumida en el llanto: «Ha habido muchas muertes, muchas muertes. Podrían habernos avisado, ¿por qué no lo han hecho?». La Reina le contestaba consternada por lo que estaba viviendo: «Tienes razón, tienes razón, lo siento».
Con atuendo negro, su gesto pasó de la seriedad a su llegada a uno de los beneficios más afectados por la DANA a las lágrimas después de escuchar los dramáticos testimonios por parte de los valencianos tras los momentos de máxima tensión con los que fue recibida la comitiva.
Mientras el presidente Pedro Sánchez fue trasladado al Puesto de Mando Avanzado por sus guardaespaldas, tras una lluvia de barro, lodo y otros objetos que reflejaron la indignación y el descontento de los vecinos por la gestión de las instituciones tras la DANA, la Reina ha estado presente durante los disturbios en todo momento, escuchando los testimonios de los vecinos de Paiporta, al igual que Felipe VI y el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón.
Las imágenes de doña Letizia en Paiporta han traído a la memoria uno de los momentos más tensos que se vivieron tras los atentados del 11-M en 2004, cuando prometida con el entonces Príncipe Felipe, acudió a un hospital para consolar a los familiares de los fallecidos y ni ella ni doña Sofía pudieron contener las lágrimas.
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