Rechazan ampliar las visitas de los familiares a las residencias de mayores

A juicio de Eneritz de Madariaga, de Podemos, el mínimo actualmente en vigor de «un visitante por familia, una hora al día y dos veces a la semana» debería duplicarse. También abogó por reforzar la comunicación por sistemas telemáticos. «En otros territorios hay incluso salidas más prolongadas», apuntó. También el popular Eduardo Andrade abogó por flexibilizar el régimen de contactos. «Igual que hemos aprendido en otros ámbitos en la primera ola, deberíamos actualizarnos en este».

Por otra parte, se debatió una cuestión recurrente. Desde hace años arrecian las protestas en el ámbito de las residencias, pero cuando los responsables de Acción Social comparecen, hacen recuento de las quejas recibidas en la Diputación y son escasas. Ayer mismo la portavoz de Podemos trasladó su preocupación por las protestas llevadas a cabo por familiares en la residencia Vitalitas Santa Teresa en Barakaldo. Aseguró que «desde el cambio de gestor, y tras la entrada de fondos de inversión, el servicio ha empeorado». El diputado de Acción Social, Sergio Murillo, detalló las inspecciones realizadas y concretó que sólo se habían recibido dos «quejas concretas». «Si no llegan tendrán que replantearse el sistema porque sucede siempre lo mismo. Los familiares van a los medios de comunicación, pero a ustedes no les llegan quejas. Será que el sistema no funciona», dijo el apoderado Eduardo Andrade.

El máximo responsable de Acción Social recogió el guante. «Sobre el sistema de quejas, hay un mail y un teléfono para enviarlas. Pero somos receptivos a modificar el sistema para habilitar vías adicionales que faciliten la llegada de esas quejas».