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o. i.
Martes, 8 de febrero 2022, 07:28
La cita será mañana por la tarde en la Delegación del Gobierno en Vitoria. El Ministerio de Transportes y las instituciones vascas implicadas en la ejecución de las obras del TAV -el Gobierno autonómico, la Diputación de Álava y los ayuntamientos de Bilbao y Vitoria- suscribirán un protocolo por el que se «repartirán» los trabajos de los accesos de la alta velocidad a ambas capitales y el soterramiento de las estaciones de Abando y Dato.
Según el acuerdo alcanzado por Moncloa con el PNV el pasado mes de diciembre, durante la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno vasco asumirá el grueso de las labores merced a las encomiendas de gestión que se rubricarán dentro de unas semanas en Madrid. Transportes cederá el liderazgo del proyecto, como ya hizo anteriormente con el ramal guipuzcoano, aunque pretende asumir, como mínimo, algunas labores burocráticas y, quizá, las que puedan interferir en el tráfico ferroviario.
A la cita acudirán la ministra de Transportes, Raquel Sánchez; su homólogo vasco, Iñaki Arriola; el diputado general de Álava, Ramiro González; y los regidores de Bilbao, Juan Mari Aburto, y Vitoria, Gorka Urtaran. El protocolo no abordará el asunto de la financiación, pero anunciará oficialmente que Basauri acogerá una estación provisional y determinará si la capital vizcaína emula a la alavesa y constituye una sociedad pública para gestionar las obras de Abando.
Según últimas estimaciones realizadas por el Ministerio de Transportes el soterramiento de Vitoria costará 727 millones. Antes se desechó otro proyecto que elevaba la factura a 872. En el caso de Bilbao, donde el cálculo se hizo hace más de cinco años, el supertúnel que conectará el viaducto de Zaratamo con la futura estación de Abando requiere una inversión de 250 millones y el soterramiento de la terminal otros 480.
En el caso de los accesos se seguirá el modelo del trazado de la «Y» vasca en Gipuzkoa: el Gobierno vasco adelantará la inversión y la descontará posteriormente del Cupo que entrega al Estado. Para las estaciones existe un pacto interistitucional por el que las administraciones vascas asumirán el 50% de la factura y el Ejecutivo central, el otro 50%. En Álava, el reparto se ha fijado hasta ahora en un 25% para Lakua, 15% para el Ayuntamiento de Vitoria y un 10% para la Diputación.
Está por ver. En principio, el Gobierno central es reacio a ceder obras que pueden interferir en el tráfico ferroviario, así que el Estado podría reservarse la ejecución de una parte de los soterramientos de Vitoria y Bilbao.
A los nacionalistas no les gusta que pueda haber una estación provisional en Basauri. Esteban aseguró ayer que solo se hará «si es necesario», si los estudios del proyecto para soterrar Abando confirman que las obras «no pueden convivir» con la llegada de trenes. Pese a las reticencias, habrá apeadero temporal porque el túnel de acceso a Bilbao no estará listo para 2027 ni de lejos.
El PNV sugirió ayer que, pese a sus reticencias, va a intentar que la Diputación de Bizkaia sufrague parte del coste del soterramiento de Bilbao, algo que sí ocurre con la de Álava.
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