«Se producirán más episodios de calima en Euskadi, aunque no sabemos cuándo»

La divulgadora explica que en meteorología existen «ciclos» en los que «se repiten los mismos patrones» durante varios ejercicios. Así que es probable que lo acontecido estos días se convierta durante un tiempo en habitual. ¿Y qué ha sucedido? Algo que para Martín «no es normal» en la escala de tiempo «humana», pero sí «en la climática». Lo propio es que la calima aceche a Canarias, Baleares y el sur peninsular «en mayo y junio», cuando una corriente de aire subtropical traslada arena del desierto hacia al norte. Pero esta vez, en marzo, el causante de esta ola de calor y polvo es «el chorro polar», que ha desplazado una borrasca del Gran Sol, la zona del Atlántico situada al sur de Irlanda, hasta el Golfo de Cádiz. «Su presión es mucho más baja y el viento, mayor; por eso succiona mucho más polvo», ilustra.

La meteoróloga reconoce que muchos de sus colegas en otras estaciones españolas no conocían una calima «de esta intensidad», que en ciudades como Madrid dejó unos datos de contaminación del aire que multiplicaban por 22 los límites que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera saludables.

Sin embargo, Martín insiste precisamente en que el hecho de no recordar episodios tan graves no quiere decir que no hayan existido. «Históricamente se han registrado lluvias de barro procedentes del Sáhara incluso en Inglaterra», recuerda.

- ¿Estamos por tanto ante un nuevo ciclo en el que las calimas afectarán al norte de España cada curso?

- Es algo impredecible. Pero, no lo dude, habrá más episodios como este. Lo difícil es saber si será el año que viene o no.

O incluso antes, porque el próximo fin de semana el viento del sur será de nuevo protagonista. No obstante, la científica descarta que las corrientes de aire traigan de nuevo polvo a Euskadi, aunque sí prevé que la calima estará presente en otros territorios del país.

Aquí, tras la entrada ayer de un frente del norte que hizo que en puntos como Matxitxako la temperatura se desplomara diez grados en apenas dos horas, todavía quedan en torno a día y medio marcados por los chubascos intermitentes, con máximas en torno a 14 grados y mínimas de 6. El viento del noroeste pondrá mañana fin a las precipitaciones y el sábado y domingo se producirá una subida de temperaturas generalizada, con máximas por encima de los 18 grados, cielos poco nubosos y despejados y ambiente cálido, tanto de día como de noche.