Prisión para el dueño de un perro que atacó a una niña de 5 años en Granada

El Juzgado de lo Penal 1 de Granada ha condenado al dueño del perro a seis meses de prisión y al abono de una indemnización a la familia del menor para sufragar los gastos de la curación de la pequeña. El condenado está acusado de un delito de lesiones por imprudencia grave. Se trata de una sentencia de conformidad por lo que no cabe recurso alguno ante ninguna instancia judicial superior.

La defensa de la menor la ha llevado la letrada Maite Santolalla, del despacho Santolalla Abogados. La letrada recurrió un archivo inicial de la causa en el que se tipificaba el delito de mordeduras de perro, una infracción que considerada así fue eliminada del Código Penal en 2015. «Presentamos un recurso apelando a que se habían cometido distintas imprudencias graves y conseguimos reabrirlo», cuenta. El perro, considerado de «raza peligrosa», no estaba inscrito en el censo para animales potencialmente peligrosos, el animal no tenía la vacuna antirrábica, iba suelto, sin bozal y carecía del seguro de responsabilidad civil obligatorio.

La menor estuvo ingresada en el hospital, y casi un año entero, 250 días, en tratamiento farmacológico. También recibió terapia psicológica. Después de todo ello, la menor ha quedado con una cicatriz en la cara, otra en la mano izquierda y una más en el antebrazo con el consiguiente perjuicio estético y «trastorno neurótico» originado por el ataque del perro.

El condenado no ingresará en prisión salvo que deje un solo mes de abonar la indemnización a la familia. La importancia de abrir la vía penal es la de garantizar, de esa manera, el abono mensual de la sanción. Si no cumple con el pago entrará en prisión.