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Es la última novedad en un mundo, el de la moda, que vive de las novedades. Llamó la atención en uno los desfiles previos a la primavera en Milán, en los que vistió la ropa de Max Mara. Y desde entonces no ha dejado de ... subir en la escalera del estrellato. Halima Aden viste hiyab por sus creencias musulmanas, ha fichado por la agencia IMG, que representa a Kate Moss y Giselle Bündchen, y acaba de desfilar en Nueva York.
Llegó a una pequeña localidad de Minnesota, Estados Unidos, procedente de un campo de refugiados de Kenia. Se apuntó al concurso de belleza local y llegó a las semifinales en noviembre del pasado año. No fue esto en sí mismo lo que propulsó su carrera, sino la presencia en la competición de Carine Roitfeld, antigua editora del ‘Vogue’ francés y mujer influyente en el mundo de la moda. Escribió en su blog sobre Halima, la agencia IMG leyó la entrada y en cuestión de días estaba volando hacia Milán.
«Quería que hubiese una mujer que vistiera hiyab en un concurso de belleza. Hay un montón de gente que no me considera una estadounidense, a pesar de serlo. Las imágenes tienen mucho poder y por eso utilicé esa competición, para que la gente viera que una musulmana puede ser una mujer moderna. Además, ahora los diseñadores quieren abarcar todo el espectro religioso y agradecen los orígenes diversos», dijo recientemente a 'The Times' de Londres.
Sólo un 1% de la población estadounidense es musulmana. Mantienen las distancias con los practicantes de esta religión porque, a juicio de Halima, no los conocen.
Nació en Somalia y su madre y ella huyeron por la guerra civil en dirección a Kenia. En el instituto tuvo que aguantar agresiones verbales y burlas de algunos de sus compañeros, que le decían que no tenía pelo debajo del hiyab. Finalmente se lo enseñó, pero eso le hizo sentirse mal, culpable.
Cuando ve mujeres semidesnudas por la pasarela o en las revistas no las critica ni se escandaliza. Respeta su decisión, como ella quiere que respeten la suya. «Hablo por mí misma, nadie condiciona mi mensaje y cuando entro en un sitio soy sólo yo», defiende.
Su aparición en el mundo de la pasarela ha sido muy oportuna. Se estima que el gasto en moda de los musulmanes para 2019 será de 4.000 millones de dólares. Es el tercer mercado mundial en este ámbito después de Estados Unidos y China. Ya existe una versión impresa del ‘Vogue’ para los países árabes. DKNY, Mango y Tommy Hilfiger hicieron unos modelos especiales para Ramadán. La estrella de Halima Aden no puede ser más brillante.
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