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Presos por placer

Presos por placer

El turismo carcelario alcanza su máxima expresión en la antigua prisión militar de Karosta (Letonia). Si lo desean, los viajeros pueden incluso pernoctar en una celda siendo tratados como los reclusos en la época soviética... 'La noche extrema', lo llaman

Domingo, 11 de agosto 2019, 00:49

Al pisar la isla de Alcatraz, la sensación de haber estado ya en la penitenciaría más famosa del mundo se apodera del visitante; incluso le parece haber logrado escapar de sus muros, soportando las gélidas aguas de la bahía de San Francisco (EE UU) y ... sorteando tiburones. ¡Si solo hay que fabricar un modelo de la propia cabeza con yeso, pintura y pelo y excavar un túnel con una cuchara! Tan potente es la historia de esta cárcel y tan bien la reflejó Don Siegel en su película de 1979 'La fuga de Alcatraz', protagonizada por Clint Eastwood, que recorrer sus pasillos es caminar como por un decorado de Hollywood. Esperando descubrir al entrar en cualquier celda a Burt Lancaster cuidando de sus pajarillos, como vimos en la tierna y brutal 'El hombre de Alcatraz' (John Frankenheimer, 1962). La Roca, así la llaman, recibe unos 5.000 visitantes diarios, más de millón y medio cada año, a 39,90 dólares el tour diurno y 47,30 el nocturno (35 y 42 euros, respectivamente). El turismo carcelario tiene su público, y mucho. Hagan cuentas.

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