Preocupación en un pueblo de Cantabria por la presencia de osos: «Están tan cerca que cualquier día se nos meten en las casas»

Eran las doce de la noche del pasado sábado cuando el joven Manuel Relea salía de visitar a su abuela, que vive junto a la carretera general de la localidad de Frama (Cabezón de Liébana), cuando vio un oso desde su coche. «Estaba subido encima de un muro al lado de una de las viviendas del pueblo y junto a otro ejemplar. Podrían pesar unos cien kilos. Estaban comiendo cerezas de los árboles que están junto a la calle, en una finca alrededor de una vivienda».

Los osos se asustaron por su presencia y uno de ellos cruzó la carretera junto a un bloque de viviendas y por un callejón ascendió a las fincas para adentrarse en el monte. «El oso se me quedó mirando antes de huir y fue un momento donde le pude grabar delante del coche», dice Manuel.

No es la primera vez que acuden al pueblo y cada año lo están haciendo con mayor frecuencia. «Tengo miedo por mi abuela y por las personas que diariamente salen a pasear, porque cualquier día va a ocurrir una desgracia. Yo soy cazador y le habré visto en el monte una decena de veces. En campo abierto se asusta y huye, pero el peligro viene cuando cruza las calles de un pueblo que son muy estrechas y te lo encuentras de frente. Aquí, la reacción puede ser otra completamente diferente».

Hace una semana, Raúl Pablos, un joven de Cabariezo (otro pueblo de Cabezón de Liébana), cuando se disponía a coger su coche para ir a trabajar, vio cómo un oso enorme se le cruzaba por delante del vehículo. «Eran las tres y media de la mañana y cruzó la carretera, sin inmutarse. Tengo mucho miedo por mi madre, que pasea a diario por estas calles».

Carmina Escalona, vecina de Frama, comparte la misma sensación, está muy asustada por la presencia continua de los osos. «Algo se debe de hacer porque estamos todos los vecinos muy asustados. Cualquier día se nos meten en las casas. Mis hijos no quieren que salga a realizar mi paseo diario».

Al mismo tiempo, muestra su preocupación Fael Escalona, vecino de la misma localidad, que dice que «cualquier día habrá una desgracia. El año pasado me bajó hasta la puerta de casa y cruzó por mitad del pueblo. Tengo 88 años y jamás vi que los osos llegasen como ahora a Frama».

El alcalde de Cabezón de Liébana, Jesús Fuente, está dispuesto a hablar con la administración y con la Fundación Oso Pardo porque reconoce que «esta situación es insostenible. No se están poniendo medidas y cualquier día habrá una desgracia. La gente está muy asustada, ya que se han visto tres osos diferentes y uno de ellos un macho de gran tamaño. Bajan a las cerezas, pero también me dicen que revuelven en los contenedores de la basura. Así no podemos continuar».