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Steven Pinker es uno de los psicólogos más reconocidos del mundo. Y la fundación BBVA acaba de reconocerle, junto al filósofo Peter Singer, con el premio Fronteras del Conocimiento en el área de Humanidades y Ciencias Sociales por «sus innovadoras contribuciones académicas en el ámbito ... de la racionalidad y el dominio de lo moral». En esta entrevista habla de los desafíos de la sociedad actual y de la búsqueda de la felicidad individual.
- ¿Dónde está la frontera entre lo racional y lo moral?
- Lo racional es un medio para alcanzar un objetivo. Pero no te dice cuál debería ser ese objetivo, eso te lo aporta la moral. La racionalidad tiene que ver con lo que es universalmente bueno. 'Lo que quiero para mí, no te lo puedo negar a ti'. Nuestras decisiones morales parten de ahí.
- ¿Cuáles son los mayores fracasos de nuestra sociedad desde la racionalidad?
- Nos vemos muy impulsados por eventos y anécdotas que dan lugar a tendencias. Ése es un peligro promovido por el periodismo. Destaca determinados eventos y la mente humana tiende a basarse en ellos en lugar de hacerlo en las grandes tendencias.
- ¡Vaya, los medios, 'todoculpas'!
- Luego está el tribalismo. Hay una tendencia a creer en todo lo que cree tu partido político en lugar de tratar de entender la realidad. La vida no es de derechas ni de izquierdas.
- ¿Y desde la moral?
- Priorizamos la gloria nacional, nuestra tribu, nuestro hecho de ser hombres, mujeres o niños. Muchas veces nos creemos nuestras propias falacias y sesgos en lugar de hacer un esfuerzo por entender plenamente la realidad.
- Mensajes como 'Dad una oportunidad a la paz', ¿siguen vigentes o ya resultan pueriles?
- Estaría bien que las personas los priorizaran como un valor moral compartido. Es una cuestión generacional, pero hay que ser prácticos con lo que contribuye a la paz. Con desearla no basta.
- ¡No está de moda!
- En mi juventud, la paz era lo más guay, lo más 'cool'. Las personas eran buenas o malas en función de si eran 'pro paz' o 'pro guerra'. Paz y racismo son muy importantes. Sobre todo cuando vemos lo que pasa en Ucrania o puede ocurrir en Taiwán.
- ¿Qué haría o le diría a Putin?
- Tenemos que conseguir que no tenga éxito y ver qué tipo de salida le damos para que pueda retirarse de la batalla sin ser humillado públicamente. No hay una solución fácil porque él podría aceptar una solución y luego volver a la guerra. Es trágico, pero quizás una derrota militar sea fundamental.
- ¿Y al presidente de su país y los aliados europeos?
- Lo hacen bastante bien intentando que sea lo suficientemente doloroso y caro para Putin sin llegar a una III Guerra Mundial. La mejor solución sería animar a Rusia a retirarse sin llegar a desencadenar una guerra total.
- ¿Estamos al borde de ella?
- No. Sí más cerca de lo deseable.
- La actual crisis occidental, ¿es económica o de valores?
- Un poco de ambas.
- ¿Qué diría a Christine Lagarde?
- Me alegra no asesorarla.
- Con salarios cada vez más bajos, impuestos mayores y tipos de interés más altos y crecientes desigualdades sociales, ¿en qué curso de ética y moral se perdieron nuestros mandatarios?
- Sería un error plantear todo en clave moralista. No existe una economía perfecta y no creo que haya un líder que quiera una alta inflación, altos impuestos... Uno de los motivos de la situación actual ha sido el gasto masivo que hemos tenido para evitar que la pandemia nos llevara a una recesión. Se gastó muchísimo y eso condujo a la inflación.
- ¿Qué lecciones deberíamos haber aprendido de la pandemia?
- Si se generó en un laboratorio, tendríamos que tomar salvaguardas más importantes para evitar que se repitan fenómenos así. Hemos de ser conscientes de que las pandemias siempre han puesto en peligro a la sociedad. Lo mismo que hay bomberos para evitar incendios, necesitamos medidas internacionales para que las crisis sanitarias se detecten rápido, puedan contenerse y dispongamos antes de vacunas.
- ¿No aprendemos?
- No lo suficiente.
- La racionalidad nos ha permitido evolucionar. ¿Hemos llegado a la cumbre?
- La evolución biológica es lenta. Hemos de ser más racionales apoyándonos en nuestro conocimiento, en la conciencia cultural. Hay margen de mejora.
- Las nuevas tecnologías, ¿van en contra del pensamiento y la racionalidad humana?
- Tienen sus ventajas. Twitter, por ejemplo, divulga la ciencia, pero también cotilleos y rumores. Depende de las normas que gobiernan cada red. Wikipedia está mejor organizada.
- Dígame, la Inteligencia Artificial ¿es una oportunidad o una amenaza? ¡Se oyen tantas cosas!
- Un poco de cada, sin duda, como cualquier tecnología.
- Dice que las noticias nos engañan porque son una selección aleatoria de lo peor. Le aseguro que todo de lo que hemos hablado está ocurriendo y condiciona nuestras vidas.
- Sí, pero las noticias positivas también tienen un impacto en nuestras vidas. Hoy tenemos una mayor esperanza de vida que hace 25 años y menos probabilidades de morir en una guerra.
- ¿Tiene solución este mundo?
- No hay una solución sencilla, sí formas de cambiar la situación.
- Usted es psicólogo. ¿Su receta para verlo claro y no sufrir?
- ¡Ja, ja, ja! Si quiere dejar de sufrir, póngase en la piel de los demás. Nuestra propia realidad pesa tanto que nos creemos únicos. Vistos desde fuera, entenderíamos mejor el mundo, el punto de vista de la humanidad.
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