Borrar
Gerardo Ceballos es uno de los expertos en conservación más reputados del mundo. Fundación BBVA
Gerardo Ceballos: «Estamos en la sexta gran extinción y los seres humanos somos el meteorito»

Premio Fronteras del Conocimiento

Gerardo Ceballos: «Estamos en la sexta gran extinción y los seres humanos somos el meteorito»

«La confluencia del cambio climatico y la extinción de especies es el mayor reto al que se ha enfrentado la humanidad», advierte

Sábado, 29 de junio 2024, 01:05

La humanidad se enfrenta a dos grandes amenazas. Una es bien conocida, el cambio climático. La otra, apenas. Es la extinción masiva de especies. Sus consecuencias son tan catástróficas como las del calentamiento global. «Podría colapsar la civilización», asegura Gerardo Ceballos (Toluca, México, 1958), que sostiene que el mensaje de los científicos «es alarmista porque están alarmados».

Este biólogo mexicano y su colega Gustavo Dirzo han ganado este año el premio Fronteras del Conocimiento en la categoría de Ecología y Biología de la Conservación por cuantificar el disparatado ritmo de esta extinción, la sexta en los últimos 550 millones de años: es entre 100 y 1.000 veces más alto que en los últimos millones de años. «Esto significa que las especies que se extinguieron en el último siglo deberían haberse extinguido en 10.000 años», compara. Si la quinta, la que acabó con los dinosaurios, fue causada por un asteroide, en la actual «el meteorito somos nosotros». Pero no todo son malas noticias. Justo el día que se realizó esta entrevista, se anunció que el lince ibérico dejaba de ser una especie en peligro de extinción. «Es una noticia excelente», subraya. «Solo si se salvan todos estos animales y plantas nos salvaremos nosotros».

Estamos en la sexta gran extinción y parece que no nos hemos enterado.

– En los últimos 10 o 15 años hemos estado enfatizando que el problema de la extinción de especies es tan grave en su magnitud y consecuencias como el cambio climático. En la cuestión de la biodiversidad, estamos como estábamos hace 15 años con el calentamiento global. Es importantísimo que logremos poner este tema en el discurso diario.

Y su ritmo es elevadísimo.

– La evolución funciona básicamente con dos procesos: el de extinción de especies y el de la generación de otras nuevas. En tiempos normales, la tasa de extinción es menor que la de generación, lo que quiere decir que la diversidad biológica ha ido en aumento. Pero por otro lado sabemos que en los últimos 550 millones de años ha habido varios eventos catastróficos. Estas extinciones tienen tres características: fueron catastróficas, fueron muy rápidas en escala geológica y destruyeron en torno al 70% de todas las plantas y animales. Calculamos que la tasa de desaparición de los vertebrados –mamíferos, aves, anfibios…– es 100 veces más alta que las que han prevalecido en los últimos millones de años. Esto significa que las especies de vertebrados que se extinguieron en el último siglo deberían haberse extinguido en 10.000 años.

¿Y esto mismo ocurre con otros grupos además de los vertebrados?

–Sí. Desde que publicamos nuestro artículo en 2015, se han realizado cientos de trabajos sobre los demás grupos. Básicamente se ha confirmado que es un problema global que implica a plantas, microorganismos, invertebrados… Incluso son más elevadas. En el caso de los caracoles terrestres, las tasas de extinción son hasta 1.000 veces más altas, lo que quiere decir que lo que se extinguió en 100 años, debería haberlo hecho en 100.000 años.

¿Los culpables somos nosotros, verdad?

– Sabemos que la causa somos los humanos porque cuando no existíamos, las tasas se mantuvieron durante millones de años. Si de repente aparecemos y se aceleran, obviamente somos la causa. Además, el tamaño de la población humana y la tasa de extinción van de la mano. Es una relación casi de uno a uno.

Colapso de la civilización

La extinción más conocida ocurrió hace 65 millones de años. Fue la que acabó con los dinosaurios. ¿Es esta incluso peor?

– Si esto sigue así, lo será. Sin embargo, no creo que lleguemos a eso. Es decir, antes de llegar a eso colapsaría la civilización.

¿Dice que la propia civilización está en peligro?

– La confluencia del cambio climático, la extinción de especies y la velocidad a la que se producen hace que estemos ante el reto más grande que ha enfrentado la civilización. Solo sería comparable a un holocausto nuclear. De seguir así los próximos 20 años, será muy difícil poder mantener la producción de alimentos, la disponibilidad de agua potable y una serie de cuestiones para mantener la sociedad. Hemos tenido el enorme beneficio de que en los últimos 700 años hemos contado con una gran estabilidad ambiental que ha permitido florecer a la civilización. Pero estas características están cambiando de forma muy drástica.

¿No es demasiado alarmismo?

–Un científico tiene, por definición, que ser enormemente cauto con sus predicciones. Somos alarmistas porque estamos alarmados. El problema es muy grande. No sería ético que no dijéramos lo que pasa.

¿Alguna buena noticia? ¿Podemos hacer algo?

–Los seres humanos somos el meteorito de la actualidad, pero también la solución. La ventana se está cerrando rápidamente pero sigue abierta. ¿Qué tendríamos que hacer? Se tiene que hacer un esfuerzo sin precedentes. Como ocurre con el cambio climático, trastoca todos los temas políticos, todas las aristas económicas y todas las aristas sociales del planeta… De ahí la complejidad.

¿Salvar a todas esas especies es salvarnos a nosotros mismos?

– No hay manera de mantener el bienestar humano como lo hemos experimentado en los últimos cientos de años si seguimos destruyendo la naturaleza. Salvar a las especies y a la diversidad biológica es paradójicamente la única manera de salvar a la humanidad. Por ejemplo, entre el 70 y el 75% de los compuestos activos de las medicinas provienen de plantas y animales silvestres.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Gerardo Ceballos: «Estamos en la sexta gran extinción y los seres humanos somos el meteorito»