Una noche coherente

El solemne aperitivo sinfónico de los premios tuvo un sugerente hilo conductor: dos piezas emblemáticas en la carrera del premiado, otras dos que tienen huella en su obra, una orquesta de altos sinfonismos y un director operístico -a tono con la admiración de Benjamin por ... el género lírico-, encima vinculado a las becas Leonardo de la Fundación BBVA. Todo en casa, pues, y todo en coherencia con los premios y el premiado. El 'Concierto para orquesta' de Benjamin fue un prodigio de secuencias y contrastes, de movimientos dinámicos y reposados, de virtuosismos interpretativos que convertían los solos en un todo, con los instrumentos de viento como heraldos solistas, a los que se sumaron los de cuerda, creando un conjunto emocional con giros inesperados. Los nueve movimientos de las 'Dance Figures', cautivadores y plenos de carácter, sonaron como un estudio del movimiento a base de contrastes musicales, ritmos vibrantes y texturas vivaces, melodías ornamentadas, algún movimiento polifónico, virtuosismo en la sección de viento, una nostálgica y dolorida viola y un final inesperado y pleno de energía.