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Tres años y medio después, la caza controlada del lobo ibérico volverá a ser legal en el tercio norte del país, en las provincias que ... concentran más del 90% de las manadas en libertad existentes en España. Una noticia que reavivará la polémica que rodea a este cánido salvaje, que para los ganaderos y pastores no es más que una alimaña y para los naturalistas, un animal autóctono en riesgo de extinción.
El Congreso derogará el próximo jueves la orden dictada el 20 de septiembre de 2021 por el Ministerio de Transición Ecológica, con la que declaró al lobo raza con «especial protección» en toda la península. Y lo hará con los votos a favor de los 176 diputados que suman PP, Vox, PNV y UPN, que ya se han comprometido a ello. Falta por saber qué harán los siete diputados de Junts, que podrían unirse a la medida.
Con la supresión de la citada orden ministerial, la situación del lobo en España quedará exactamente en los términos que estaba antes del otoño de 2021. Es decir, este animal seguirá incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), sin opción de ser cazado, en el centro y sur de la península, en los territorios ubicados por debajo del río Duero, donde los lobos son un depredador casi inexistente, con solo un puñado de manadas moviéndose entre los montes y parajes de Segovia, Ávila, Madrid, Salamanca y Guadalajara.
Por contra, el lobo saldrá del Lespre, perderá la «especial protección» y podrá ser abatido con permiso administrativo en todos los territorios al norte del Duero, donde, según las distintas fuentes, se calcula que viven en libertad entre 300 y 400 manadas, que suman entre 2.000 y 2.800 ejemplares.
En casi todas estas autonomías, hasta la publicación de la orden que ahora será derogada, las administraciones locales permitían la caza controlada de lobos o se fijaban cupos anuales de sacrificio para evitar su proliferación. Cada año se sacrificaban más de un centenar de ejemplares entre el norte de Castilla y León (especialmente en León, Palencia y Zamora), Galicia, Asturias y Cantabria, que son las grandes zonas loberas. En el caso del País Vasco se han detectado dos manadas que se encuentran entre Bizkaia y Álava. En los últimos 20 años, este animal ha atacado a cerca de 3.000 cabezas de ganado, según datos del Gobierno vasco.
Después de muchos meses de intentos legales y judiciales fallidos, el PP y las autonomías 'loberas' utilizarán una triquiñuela parlamentaria para torcer el brazo de Transición Ecológica y de los naturalistas, que se negaban a rebajar la protección de la especie en el norte. Serán un puñado de enmiendas introducidas por populares y nacionalistas en el Senado a la ley contra el desperdicio alimentario las que deroguen la orden ministerial. Todas ellas serán validadas el jueves por la mayoría del Congreso, se convertirán en ley y se ejecutarán al día siguiente de su publicación en el BOE, cosa que como muy tarde ocurrirá la semana próxima.
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