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Portillo de Lunada, el paso de montaña que comunica Las Merindades y los Valles Pasiegos

Portillo de Lunada, el paso de montaña que comunica Las Merindades y los Valles Pasiegos

Esta estrecha carretera que serpentea por la montaña no tiene quitamiedos que separen los vehículos de un precipicio muy pronunciado

Nerea Vieytez

Domingo, 16 de marzo 2025, 10:19

El Portillo cántabro de Lunada, en el que este sábado por la noche fallecieron cuatro jóvenes tras despeñarse su coche por una ladera, es un pequeño paso de montaña que comunica los Valles Pasiegos y la comarca burgalesa de Las Merindades. Entre los vizcaínos es muy conocido ya que se trata de una zona muy turística que comunica Espinosa de los Monteros con San Roque de Riomiera. Además, es muy visitado entre los aficionados a la bicicleta y las motos.

Este puerto se abre entre el pico de la Miel en el sur (1563) y el picón del Fraile (1619) al norte, en cuya cima existe una estación de radares del Ejército del Aire. Con 1316 metros, es el tercer paso de montaña de más altura de Cantabria, tras los puertos de San Glorio (1609) y Piedrasluengas (1354.), que comunican la comarca de Liébana, con las provincias de León y Palencia, respectivamente, a través de los Picos de Europa.

Se trata de un recorrido de 31,5 kilómetros con grandes curvas y pendientes, donde el paisaje va cambiando a lo largo de la ascensión. La estrecha carretera serpentea por la montaña y no tiene quitamiedos que separen los vehículos de un precipio muy pronunciado.

En algunas laderas se pueden ver construcciones de la particular arquitectura pasiega, con sus típicas cabañas, muchas de las cuales se han restaurado ahora como viviendas de vacaciones, pero antaño eran casas con la cuadra para las vacas abajo. Se da la circunstancia de que el paisaje también ha sido obra del hombre pues en su momento, los siglos XVI y XVII, este paraje fue uno de los que abastecía a la Real Fábrica de Artillería de La Cavada con madera, que resbalaba ladera abajo. Los surcos que dibujaban los troncos cincelaron la tierra y son hoy visibles, dotándole de ese toque especial.

Suele ser habitual que este puerto permanezca cerrado durante los temporales de nieve del invierno. No tanto por la altitud del mismo, sino porque en la parte norte la carretera circula entre unas laderas con una gran pendiente que suelen acumular mucha nieve; debido a esto el puerto tiene un altísimo riesgo de sufrir aludes que taponen la carretera.

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