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Consumo de porno de los jóvenes en España
Así es la 'Generación Porno': «Te presto los apuntes a cambio de sexo oral»Los adolescentes consumen porno. Los de ahora y los de antes. No es ninguna novedad. Sin embargo, nunca tanto como en la actualidad... ni tan ... pronto. «El primer vídeo lo vi en casa de una amiga. Teníamos 9 años». Lo cuenta Goizalde, una adolescente de Santurtzi de 14 años, delante de su padre, que arquea las cejas, en el primer episodio de 'Generación Porno', una reveladora serie documental de cuatro entregas que estrenará ETB el 18 de este mes y que coproduce junto a TV3 y Shine Ibérica.
La educación sexual de los adolescentes es un tema siempre de actualidad que ruboriza a los jóvenes, pero también a sus padres. Conversar sobre ello cuesta a ambas partes. En este documental los chavales hablan en primera persona. Y es duro lo que se escucha. «Te dejo los apuntes si me haces una mamada». Aseguran que esto se dice ya en colegios e institutos.
«El porno es el manual sexual de los jóvenes», asegura Uxue, la hermana de Goizalde, que tiene 17 años. Y lo confirma Gerard, de su misma edad, que cuenta cómo fue su primera vez: «Fue el año pasado e intenté aplicar lo que veía en el porno, pero la chica no me hizo una felación y me quedé chafado». Lo dice con sorpresa porque en la pantalla veía que siempre era así.
Cómo llegan. La mayoría de los chicos (62,4%) llega a través de amistades. Mientras que ellas (34,7% se lo encuentran en internet sin buscarlo.
Por qué lo consumen En el caso masculino, el 62,4% de los jóvenes admiten que lo hacen para masturbarse. En el caso femenino, por curiosidad.
Cada vez más violento El problema de ver porno tiene que ver con que no cuentan con otra alternativa como manual sobre sexo y que cada vez los vídeos son más violentos y el cebo más salvaje para lograr visitas, que es lo que da dinero. Es el «porno buitre».
Sobre la exposición de los jóvenes a la pornografía, un dato elocuente: existen 700 millones de webs que producen porno en el mundo, según 'The Economist'. «Cada una tendrá del orden de 12 millones vídeos, así que no hay más que echar cuentas», comenta José Luis García, psicólogo y sexólogo y uno de los participantes en el documental. Y lo que es peor, más de la mitad de los jóvenes piensan que el porno es una manera de aprender de sexo.
¿Qué es lo que se encuentran ahí? Vídeos con títulos espeluznantes: 'padrasto viola a su hija', 'el taladrador rompevaginas'... «Sí, se puede confundir con la realidad», admite el madrileño Juanma a sus 18 años, que aparece junto a su madre. «Dejar en manos de la pornografía la educación sexual de nuestros hijos va a tener consecuencias porque, como no tienen alternativas, consideran que eso es lo normal», alerta García.
«Estoy harta de que me manden vídeos masturbándose con mis fotos enfrente», le dice Uxue a sus padres, Susana y Gonzalo, en el salón de su casa de Santurtzi. «Yo eso no lo sabía. Me imaginaba que lo podrían hacer, pero ¿que mandaran los vídeos?, ¿y no pueden hacer nada los profesores?», se pregunta el padre. «Pero, ¿qué van a hacer?», le responde Goizane, su otra hija, con 14 años.
8 años
es la edad a la que los jóvenes se encuentran con porno por primera vez
14 años
es la edad media del inicio de consumo de porno en hombres
16 años
es la edad media del inicio de consumo de porno en mujeres
Lo que evidencia que, pese al control parental, desde el momento en el que un niño recibe un móvil tiene porno disponible a golpe de clic. Y no necesariamente porque lo busque en Google. Les llega a través de Twitter, Telegram, Discord, WhatsApp, stickers... «Les bombardean con mensajes para que acaben necesitándolo», advierte la educadora social Marina Marroquí.
Y es que Internet ha cambiado las reglas del juego. El vídeo porno más visto del año pasado, con 220 millones de visualizaciones, fue una violación grupal. Mientras muchos chavales ven este contenido, otros tantos padres giran la cara: «Mi hijo seguro que no».
El documental, que se compone de varias entregas, no da soluciones, pero sí un punto de partida, según Marroquí: «Hay que abordar la situación, tener alguna situación incómoda y, a partir de ahí, construir una confianza que permita que tus hijos aprendan lo que es el sexo realmente y no lo que el porno quiere enseñarles».
MILF: 'madre que me follaría', traducción literal del inglés 'Mother I'd Like to Fuck'.
Gang bang: sexo grupal en el que una persona es el foco de la actividad del resto. Suelen incluir conductas de abuso y sufrimiento.
Stepsisters: búsquedas relacionadas con vídeos de sexo con tu hermanastra
Pov: un estilo de vídeo en el que el chico graba en primera persona para que quien lo vea parezca que es él el actor del vídeo.
Javier tiene 15 años y admite sin vergüenza cuál es su página «de referencia» en esto del porno. En ella busca sobre todo vídeos de «sexo grupal». «¿Te gusta eso?», le pregunta su madre, Sonia. Lo admite con un tajante: «Sí, qué pasa», pero se ruboriza. La progenitora mantiene en el documental un par de charlas con los chavales sobre cuánto de verdad hay en el porno que consumen. Y ahi, el pequeño de los dos se lanza: «Las chicas normales hacen menos ruido. Son menos salvajes».
Es otro ejemplo más de cómo el consumo de este material se convierte en su primera referencia a la hora de practicar sexo. «Al final, no lo haces todos los días y te fijas en eso», confirma el hermano mayor, Juanma, de 18. Ello también hace que prácticas como «la asfixia, el sexo oral y las orgías» formen parte muy temprano de las fantasías adolescentes. Y que los oftalmólogos atiendan cada vez más consultas de daños oculares producidos por el semen.
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