Polémica por el opositor 'trans' a policía municipal que hizo las pruebas físicas para mujeres

Así lo ha indicado el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Enrique López, tras darse a conocer el caso. Para el consejero, lo primero es «asegurarse de que realmente ha cambiado el sexo» y, en segundo lugar, es pedir un informe al Ministerio de Igualdad para que interprete la norma «que han pertrechado con el Gobierno de España».

«Se tiene que solucionar este problema, esto pertenece al Estatuto Básico del Funcionario», ha subrayado Enrique López, quien ha advertido de que esta situación «se va a repetir en infinidad de ofertas públicas de empleo», por lo que ha sentenciado que «cuanto antes» se solucione, «mejor».

La noticia, adelantada ayer por 'Abc', ha traído un aluvión de dudas y de críticas: Las primeras, en círculos LGTBI, que incluso llegaron a pensar que se trataba de un bulo. La cuestión es que en el momento de someterse a las pruebas físicas para optar a una de las seis plazas a agente en el Ayuntamiento de Torrelodones, uno de los participantes dijo que era mujer (no ha comenzado su proceso de transición de género) y solo enarboló un poder notarial de su abogado afirmando que no se siente varón, sino una fémina. No aportó, en cambio, el certificado de inscripción de su cambio de sexo en el Registro Civil.

El gran problema vino cuando el tribunal, técnicos independientes de la Federación Madrileña de Atletismo, así como la propia Concejalía de Seguridad y la Dirección General de Seguridad de la Comunidad tampoco sabían qué hacer en ese momento. Finalmente, se le realizaron las pruebas físicas y se está a la espera de que el Ministerio de Igualdad se pronuncie para saber qué hacer con este caso, el primero al menos en la región madrileña.

Uno de los 54 candidatos que el 21 de marzo participó en el examen de fuerza, velocidad y resistencia explica lo que vio y cómo fue todo el proceso del candidato en cuestión, J. L. A. V. «Llevo un año y medio preparando las oposiciones, y me he presentado también en otros municipios, como Villanueva del Pardillo, El Boalo, Las Rozas y a estas de Torrelodones. En esas cuatro ya había coincidido con él, que también se ha examinado allí, entre 2022 y 2023. En enero hicimos para el cuerpo de Torrelodones los test psicotécnicos y de personalidad, 140 preguntas que miden el grado de empatía, de apertura mental... En ese momento y cuando aplicó para las pruebas, en verano pasado, no dijo en ningún momento que era transgénero«, detalla.

En esos test «cayeron» unos 250 de los 391 aspirantes iniciales. Finalmente, el martes, se presentaron 54 a las pruebas físicas: «Ese día estuvimos juntos en el vestuario, al principio. Es un tío fuerte y entrenado. El problema vino con el balón medicinal. Se nos dejan tres lanzamientos y el tribunal escoge la mejor marca. Él usó en los dos primeros el de 5 kilos, para los varones, pero el tercer intento lo realizó con el de 3 kilos, que lo mandó a unos 10,4 metros de distancia», que es un 10 de nota en la prueba.

Fue al coger el balón menos pesado, el destinado para mujeres, cuando sus compañeros le advirtieron de que se había equivocado, pensando que realmente había cometido un error. «Nos contestó: 'Yo es que soy una piva. No os preocupéis, si me suele pasar... No os voy a denunciar', nos dijo con un tono un poco de broma».

Reconoce que J. L. «estuvo toda la mañana generando un buen ambiente, animando a los compañeros que estaban corriendo, muy educado, sin problema alguno»; pero, como el resto de candidatos a una de las seis plazas en liza, siente que «está aprovechándose de la nueva ley trans». «En un primer momento pensé que podría estar en proceso de transición de género y me conmovió lo mal que debía de haberlo pasado en su vida», añade. La sensación actual hacia el protagonista de la historia, que no presentó ningún certificado de reasignación de género, es ahora toda la contraria, sin menoscabar al colectivo trans que sí que puede verse perjudicado por este manoseo torticero de la nueva norma.