Las playas de Cantabria y Asturias se llenan de dudas

En estos momentos, Cantabria no dispone de un plan para abrir los arenales. Esto es, cómo controlar los aforos, cómo mantener las distancias, y otros aspectos: ¿se abrirán las duchas? ¿habrá franjas para su disfrute en función de la edad? Según publica 'Diario Montañes', la región vecina es la única que carece de un modelo que sirva de base para el regreso a los arenales, y eso que el próximo lunes, salvo sorpresa mayúscula, entrará en la fase 2: ahí se permite acceder a las playas. Aunque muchas comunidades están estableciendo sus propios protocolos, aquí aún no se ha concretado nada y todos los alcaldes dicen aguardar las directrices del Ministerio de Sanidad.

Se habla, por ejemplo, de la cita previa. Pero en algunos municipios, como en Comillas, lo descartan de forma rotunda. «Administrativamente hablando sería inviable para el ayuntamiento y deberíamos tener policías locales en la playa controlando quién ha acudido con cita. Con incrementar la vigilancia para velar porque se respeten las normas debería valer», expone María Teresa Noceda, alcaldesa de esta localidad turística.

En Laredo, lugar por excelencia de veraneantes vascos, están ya con los preparativos. Apelan a la responsabilidad ciudadana, no van a limitar el aforo a la Salvé y van a «informar, concienciar y confiar», informa la edil de Medio Ambiente, Adelia Melero. El problema de este enclave es la llegada masiva de turistas de otros lugares: «Tendremos sobre todo gente de segunda residencia y los vecinos de los pueblos de alrededores. Otros años no ha habido problemas de espacio y no tiene por qué haberlos ahora. Tampoco durante el fin de semana», aclara la edil. ¿Y Castro? En principio el aforo de los arenales (Brazomar y Ostende) será ilimitado.

A pesar de que en la fase 2 se contempla la apertura de los arenales, Asturias puede que no lo haga. Al menos, eso dicen los dirigentes municipales, que dicen carecer de medios para una apertura de las playas, según publica 'El Comercio'. Hay una reunión mañana entre varios actores, en la que la Federación Asturiana de Concejos (FACC) dejará clara la complejidad para controlar las distancias y otros aspectos. «Trasladaremos las dificultades casi insalvables que hoy por hoy tienen los ayuntamientos para asegurar una distribución espacial de al menos dos metros que garantice la seguridad de los usuarios, como exige la norma. La gran mayoría de los municipios carecen en estos momentos de los recursos humanos y materiales necesarios para acometer dicha apertura con las garantías necesarias», explica Cecilia Pérez.