Adiós a la pesca de las angulas en Euskadi. «Es un auténtico batacazo»

El acuerdo alcanzado en Bruselas pretende recuperar una especie que, según los científicos, se encuentra en peligro de extinción. Pero, en palabras de Iker Aguirrezabala, portavoz de la asociación de anguleros de Euskadi, «que nos retiren los permisos a nosotros no supondrá ningún cambio». Aunque la agrupación ha convocado para hoy una rueda de prensa en Orio para denunciar la situación, Aguirrezabala adelantó a este periódico que «si los anguleros no somos profesionales es porque el Gobierno vasco nunca ha querido, no porque nosotros no lo hayamos peleado». Y considera que la medida «no tiene sentido», puesto que «en otros países europeos se seguirán retirando toneladas, mientras nosotros logramos unas capturas mínimas».

La temporada comenzó el pasado 15 de noviembre y debería terminar el 31 de enero, algo que ellos mismos no creen que vaya a ocurrir. «Nos han dicho que una vez recibamos la notificación tenemos que dejar de pescarlas. Vamos, no creo que lleguemos a terminar el periodo», aludió Aguirrezabala, quien añadió que, aunque la norma proviene de la Unión Europea, «hay mucha más miga detrás de este asunto».

Los anguleros vascos se confiesan «muy enfadados», sobre todo después de saber que «mientras todo el mundo va a poder seguir pescando, nosotros estaremos cerrados». Para muchos de ellos faenar es una tradición familiar, que ha pasado de generación en generación. Y es que Euskadi ha sido históricamente la cuna de la pesca. La actividad se remonta a siglos atrás y se comenzó a denominar 'anguleros' a aquellas personas que capturaban esta especie con la ayuda de un cedazo de madera y un farol en las orillas de los ríos.

Pocos ejemplares

Según los datos ofrecidos por el Gobierno vasco, la pasada temporada se tramitaron 700 licencias deportivas para la pesca de la angula, aunque la mayoría (666) fueron para ejercer la actividad en la superficie. En Bizkaia se registraron 329: 19 en el Abra de Las Arenas, 94 en La Peña, 16 en Artibai, 3 en Bakio, 23 en la cuenca de Lea, 5 en Oka y otras 168 entre Gorliz y Plentzia. En Gipuzkoa, por el contrario, se tramitaron 338 -162 para la cuenca del Deba, 159 para la del Oria y 17 para el Urola-.

Aunque los afectados califican la noticia como un «auténtico batacazo», tanto el Ejecutivo autonómico como el centro científico y tecnológico Azti ya venían alertando sobre una posible política cero de capturas dada la «alarmante caída de ejemplares» registrada en los últimos años. Justifican que la entrada de este tipo de pescado ha descendido considerablemente en los últimos años. Para ser exactos, apuntan que por cada cien ejemplares que entraban en los ríos vascos en los años 70-80 del pasado siglo, ahora llegan 7, «aunque es verdad que el gran bajón se dio en la década de los 90-2000».

Así todo, las autoridades ya impusieron medidas cautelares, como prohibir la extracción de individuos de anguila europea de tamaño superior a los 12 centímetros o limitar a 2 kilos el máximo de capturas. El reglamento también indica que no podrán ser objeto de venta ni transacción y que el arte de pesca autorizado es el cedazo o baia en cualquiera de sus variantes, con una dimensión máxima de 1,8 metros de diámetro, prohibiendo cualquier otro tipo de artilugio.