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En Etxebide hay inscritas 43.295 unidades convivenciales a la espera de entrar en un alquiler en régimen protegido que les ayude a llegar a fin de mes de manera más holgada. Se trata de vascos que están independizados, pero que tienen que hacer frente ... a un «verdadero esfuerzo financiero» para poder pagar la renta de sus domicilios. Significa que dedican mucho más del 30% de sus ingresos a abonar la mensualidad, un porcentaje que los expertos en sostenibilidad financiera fijan como tope para que los ciudadanos vivan desahogados. La situación se complica aún más en aquellos domicilios en los que conviven hijos.
1.385 euros
netos mensuales cobran de media las familias que están inscritas en Etxebide
6.089 familias
residen en una habitación compartida para rebajar la carga económica
En Euskadi hay 34.423 hogares formados por parejas o matrimonios con ingresos medios «muy reducidos» que aspiran a residir en un arrendamiento social. El 60% de los mismos tiene al menos un hijo. En términos generales, las unidades en las que viven más de una persona representan el 80% del total de los demandantes y una parte «importante» de los hogares que se encuentran en alquiler libre. De hecho, uno de cada tres de los cerca de 100.000 domicilios que hay en el mercado inmobiliario tienen problemas para afrontar los pagos.
El resto de los demandantes (8.872) son personas que se han emancipado solas, pero que también están apretadas económicamente. El último informe publicado por el Observatorio vasco de la Vivienda, que se nutre de una encuesta realizada en 2023, muestra un retrato sobre las personas que necesitan un arrendamiento social. Ciudadanos que, en su mayoría, «son beneficiarios del amplio dispositivo de ayudas que ofrece el Gobierno vasco o los ayuntamientos».
El escenario es preocupante. Los datos sacan a la luz «la situación crítica de exclusión residencial» en la que están los inscritos, sobre todo en aquellos domicilios en los que vive más de una persona. La media está en los 2,9 habitantes por hogar, una dimensión que incluso supera a la de los pisos vascos (2,3), algo que según el Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, «pone de manifiesto la relevancia de este colectivo por el notable impacto en términos de personas». Cuantifican unas 100.000 los individuos afectados. De los mismos, el 31,4% son familias monoparentales y el 29,1% parejas con hijos.
El informe revela que uno de los grandes problemas está en el nivel de ingresos. Aquellos que viven solos ganan de media unos 1.138 euros al mes y las familias 1.385 para hacer frente a alquileres que no bajan de los 621 euros. Esto tiene dos consecuencias. La primera es que cada vez son más las parejas que toman la decisión de compartir piso con otras para llegar a fin de mes. En total son 6.089 las que residen en una habitación. La segunda es que uno de cada cuatro hogares en los que viven varias personas ha tenido que mudarse los últimos años e incluso el 54% considera tener que hacerlo en los próximos doce meses.
La mayoría recibe alguna ayuda económica por parte de las administraciones, siendo la RGI la prestación que ofrece una mayor cobertura. El 35% de los inscritos cuenta con ella.
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