
Vacas, cabras, ovejas, asnos, caballos, cerdos, perros, aves (ocas y gallinas), conejos y abejas. Hasta diez especies ganaderas cuentan con 'label' vasco, con sello de ... autenticidad y diferenciación. Lo recoge, por primera vez, Mariano Gómez, veterinario de la Diputación de Bizkaia, en 'Las razas autóctonas de Euskal Herria', una esperanzadora, pero también inquietante radiografía sobre el estado de salud de nuestro patrimonio pecuario. El libro, publicado esta misma semana, arroja luces y sombras: de las 40 razas locales, la mitad se encuentran en peligro.
Publicidad
Es el caso de la salvaje y huidiza 'betizu' y la también semiasilvestrada monchina, dos de la vacas más populares de nuestra geografía. O de la 'azpi gorri', a la que popularmente se conoce como cabra corza roja por el llamativo color que envuelve algunas partes de su cuerpo, como el vientre o la zona abdominal. El simpático Asno de Las Encartaciones. al que su facilidad de doblar las rodillas y echarse a tierra hizo que durante lustros resultase de gran ayuda para las tareas de carga, reivindica su presencia y lucha contra su «práctica desaparición» por la mecanización de las tareas agrícolas.
Tampoco corren buenos tiempos para el 'euskal txerria', el lechón que se recuperó en los años 80 y ha rescatado embutidos que parecían perdidos para la gastronomía vasca, y el 'euskal artzain txakurra', perro de pastoreo que trabaja principalmente con ovejas, aunque a menudo lo hace con vacas, cabras, ganado equino e incluso con cerdos y aves. Un 'todoterreno', como nuestra gallina -'euskal oiloa'- de cresta simple, plumas redondeadas y orejillas medianas y de color rojo vivo intenso.
EL AUTOR
Veterinario
«Más que un legado de nuestros antepasados, estas razas son un préstamos a nuestros hijos»
Peor lo tienen la escandalosa y buena avisadora oca 'euskal antzara', el perro Villano de Las Encartaciones o la 'euskal herriko erle beltza', «perfectamente adaptada al territorio vasco y que resiste temperaturas más bajas que otras abejas, pese a su pequeño tamaño». El diagnóstico es contundente. ya que el estado de conservación de estas tres especies es crítico.
Publicidad
Pero no todo son malas noticias. Da gusto ver la robusta salud de la Pirenaica, los pottokas, la oveja latxa carranzana o la 'kriaxera', un pato de plumaje negro que siempre está en alerta. Son estos ejemplares a los que hay que mirar, según Gómez, porque la desaparición de las razas animales, advierte, supone también la extinción «de una parte importante de la cultura que ello conlleva: vocabulario, tradiciones, gastronomía, flora, paisaje...». De ahí que el veterinario dedique el libro a sus hijos Mariano y Paul, a los que invita a conocer la ganadería tradicional para que «la respeten y defiendan».
Las 40 razas
De capa leonada: Es una raza bovina de gran peso en la mitología popular de los vascos, lo que le ha hecho rodearse de una aureola casi mítica.
Cabeza muy expresiva: El peso de los machos está entre los 1.300 y 1.600 kilos, y en las hembras entre 850 y 1.100
Publicidad
De ubres pequeñas: El origen de esta raza se pierde en la antigüedad.
Cuernos en paréntesis: Este grupo de bóvidos de Las Encartaciones ha vivido en zonas de montes abruptos y de arbolado con pastos.
En buena forma: Aunque corrió peligro de extinción, hoy es la raza autóctona bovina con mayor número de animales.
Con pitones que se abren: De carácter semiasilvestrado, se recogían a finales del otoño para pasar el invierno en casa y retirar las crías. Estuvo a punto de desaparecer.
Publicidad
Machos con barbas: En las hembras la perilla es poco frecuente. Esta raza caprina se mezcló entre las especies locales con otras supuestamen te «mejorantes» para aumentar los kilos y litros de carne y leche.
Orejas pesadas: Destaca también por sus cuernos potentes, largos y redondeados.
Similares a la pirenaica: Algunos cabreros trabajan con lo que podría ser una variedad de Azpi gorri, pero las degradaciones de color serían en blanco.
Publicidad
Oveja de lana larga y blanca: Ligeramente rizada, forma mechones largos y puntiagudos. Los carneros tienen cuernos enrollados en forma de espiral.
De orejas grandes: A veces caídas, pero muy móviles e inclinadas. Presentan un claro dimorfismo sexual y es de mayor tamaño que la Latxa.
Sin moña en la cabeza: Estas ovejas son, normalmente, acornes y cuando tienen cuernos, son débiles. Son animales con una gran adaptabilidad a las montañas encartadas. Producen una leche y corderos de una excelente calidad.
Noticia Patrocinada
Muy antigua: No tienen vellón ni en la cabeza ni en las patas. Al no retener tanta agua en estas zonas se evitan enfermedades respiratorias.
Oveja con aptitud: Destaca por su leche y lana, pero, especialmente, por su carne. Paren tres corderos en dos años.
Cabeza estrecha: Llaman la atención sus ojos saltones. Se trasladan de enero a marzo desde el monte a las praderas para esquilarlas y darles un suplemento alimenticio.
Publicidad
De cara corta y ancha: Eran rebaños que aprovechaban los pastos de montaña de mayo a septiembre. El resto del año se movían a pastos de invierno en zonas más cálidas.
El impulso de los 90: La histórica feria de Gordexola sirvió de revulsivo para el estudio de la raza y la creación de una asociación de aficionados a este pollino.
Elegante: Luces crines muy largas. La cola, muy poblada, es de altura media y llega hasta la cuartilla. Exhibe también espolones y cernejas.
Gran rusticidad: Vive en estado extensivo desde la primavera hasta el comienzo del invierno, cuando es conducido a pastizales y praderas de los ganaderos más cercanos.
Publicidad
Múltiples nombres: Se le llama de muchas formas. Poni navarro, caballo navarro, caballito de Andía, caballito de la Barranca o caballito de las Ameskoas. Se desconoce su origen.
El poni vasco: Las primeras referencias históricas a esta raza aparecen en 1788 cuando un inspector del rey de Francia fija un censo de 900 pottokas. En el siglo XIX fueron muy demandados en las explotaciones mineras para trasladar pesados vagones de mineral.
Extinguido: En los baserris del Valle del Baztán era habitual cebar lechones o gorrines que se criaban durante unos 10 meses a base de harina cebada con maíz y patatas, remolachas y maíz en grano.
Sin rastro: Fue conocido como cerdo alavés o cerdo de la Modelo de Arkaute por ser la granja donde se investigó esta raza. Fue muy demandado en la década de los cincuenta del siglo pasado.
Publicidad
Para embutidos y jamones: Con mucha dedicación y trabajo ha conseguido que sus embutidos y jamones estén entre los más exquisitos de la gastronomía vasca. Es una raza rústica no muy prolífica, unos 9 lechones por camada, pero con una gran aptitud maternal.
Conductor de rebaños: Es la especie más pequeña de las existentes entre los perros de pastor. De cabeza pequeña y ligeramente triangular, se presentó por primera vez en 1906 en un certamen agrícola en París.
Merecida fama: Triunfa, año tras año, en los campeonatos y concursos de habilidad y trabajo con ovejas. Su inteligencia, destreza y lealtad con sus dueños le han convertido en un animal de compañía. Cada vez se usan en más centros de animales de ayuda para distintos tipos de terapìas.
Experto en caza menor: En su día contribuyó a la formación de perros de caza como el pointer o el setter. Ha sido siempre un ejemplar duro, ágil, resistente y pesado.
A la captura de presas: Su potente y acoplada dentadura, junto con una desarrollada musculatura, le convierte en un perro ágil y resistente. Es una raza cotizada para la caza a cuchillo del jabalí. Poco a poco, ha ido dando paso a su uso como animal de compañía.
Publicidad
Grandes y fuertes: Pero no pesados, con gran cabeza y los belfos colgantes. Acompañaban a los pastores haciendo las funciones de guardería, defensa y hasta de tiro.
Sabueso vasco: Es como se le conoce popularmente. Es un perro con gran olfato, resistente y duro. Rústico y menos fino que los ejemplares asturianos y cántabro, es de morro alargado y parece que desciende del antiguo perro celta de muestra.
Bilbaíno: Era el perro que utilizaban los bilbaínos que cazaban pajarillos con una carabina. Era mediano de talla y de color chocolate o pardo.
De origen desconocido: Se les llama también merluceros, txos, txorris o foster. Aparece en dos famosos cuadros vascos: 'La fuente de Eibar', de Ignacio Zuloaga, y en un mural realizado por José María Urcelay.
De tipo ratonero: Pequeños, rápidos, listos, buenos compañeros, avisadores... Quedan pocos y falta un estudio que concrete su origen.
De capa castaña: Hay autores que sitúan a esta especie como un animal morfológicamente entre el pachón navarro o de Vitoria y el perdiguero de Burgos.
Oca en estado crítico: Pone huevos de gran calidad desde principios de año hasta entrada la primavera. Es la raza de la que se conserva menos documentación histórica.
Un pato de granja: Puede criarse con facilidad al aire libre y en praderas por las que discurren riachuelos. Es cada vez más apreciado.
Publicidad
Ponedora: Produce unos excelentes capones y cada vez es más demandada para poner un gallinero cercano a las casas unifamiliares por la gran calidad de sus huevos. Da 210 huevos al año.
Plan de recuperación: Aficionados a la avicultura tratan de rescatarla a partir de cruces de variedades de la 'euskal oiloa'.
Extinguido: Era un conejo de Carranza muy estimado por su exquisita carne.
Una abeja fuerte: Genera una selecta miel. Es rústica, robusta y pequeña.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.