Panticosa se prepara para la oleada de turistas guipuzcoanos que decidan acercarse al Pirineo una vez finalicen las restricciones de movilidad vigentes en Euskadi por la pandemia del coronavirus. A partir de marzo la localidad oscense contará con una nueva atracción turística no ... apta para personas con vértigo. Las pasarelas del río Caldarés están construidas con unas estructuras de hierro que tienen un kilómetro de longitud. Durante el bonito recorrido por el desfiladero se observan las paredes verticales de roca caliza de 100 metros de altura que han sido creadas por la naturaleza a lo largo de miles de años. Una nueva iniciativa turística para el valle de Tena que nace con el objetivo de desestacionalizar la llegada de turistas a Panticosa. Una actividad no apta para personas, que padezcan vértigo, pero si accesible para todos los públicos. Atracción turística que se suma a la gran tirolina ubicada en el municipio cercano de Hoz de Jaca.
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Las pasarelas de Panticosa son las primeras de estas características que se construyen en la comarca del Alto Gállego. El ayuntamiento decidió impulsar este proyecto al comprobar el éxito turístico de otras infraestructuras similares que ya funcionan con gran éxito en otros puntos de la provincia de Huesca, como las de Alquézar, Vero o Montfalcó.
«El recinto estará abierto desde finales de marzo hasta el puente de Todos los Santos, en noviembre, ya que en invierno, con nieve y hielo, no se podrá acceder», señala a este periódico el alcalde de Panticosa Jesús María Uriz. Aunque el regidor del municipio oscense reconoce que todo dependerá de las restricciones de movilidad, «No tiene mucho sentido abrirlas para que no venga nadie», asegura el regidor.
La entrada costará 4 euros si se compra en la máquina expendedora que se colocará al inicio del recorrido, y de 3 euros si se adquiere online a través de la página web municipal. Los niños deberán ser mayores de 7 años para poder disfrutar del recorrido, y los menores de 16 años deberán ir acompañados de un adulto. Se tardan dos horas en completar la ruta, con una exigencia física baja y con unas vistas espectaculares. El camino comienza en el parking de la estación de esquí de Panticosa, hacia el Camino de las Tierras. A unos 700 metros hay un desvío a las pasarelas, que completan una distancia de un kilómetro por el desfiladero del río Caldarés. Durante el recorrido se llega a una zona junto a los búnkeres de la Línea Pirineos para subir al mirador O Calvé, donde se podrá disfrutar de unas vistas espectaculares del Valle de Tena.
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