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terry basterra
Sábado, 10 de agosto 2019, 01:45
«La persona se sitúa como eje central de la atención, y la protección de la salud se entiende como un derecho humano incuestionable». Este concepto figura en las líneas estratégicas del Departamento de Salud y en él se enmarca una de las acciones que ... quiere acometer: dar la posibilidad a los usuarios de elegir a la enfermera o matrona que desean que les atienda en su centro ambulatorio. El Gobierno vasco ha puesto en marcha la elaboración del decreto que regulará esta opción. De momento se encuentra en su fase inicial y Osakidetza no ha dado fechas sobre cuándo puede estar ultimado. Lo que parece probable es que no será este mismo año. Y es que según figura en la orden emitida por la consejera de Salud para impulsar la elaboración de esta normativa, su activación se vincula a la aplicación de otro precepto, el de prescripción enfermera. Y este no está previsto que empiece a funcionar en su fase inicial hasta otoño.
Salud entiende que con este cambio llega el momento de avanzar en la elección de profesionales sanitarios en el ámbito de la atención primaria. Hasta ahora solo era posible decidir al médico o pediatra. Con este cambio se amplía a otras dos categorías sanitarias. Y el hecho de que las enfermeras comiencen a prescribir en unos meses productos sanitarios sin receta médica, como apósitos, cremas para tratar heridas, pañales o sondas -para más adelante quedará el desarrollo completo de esta atribución-, hace que Osakidetza considere necesario dar un paso más en la relación de confianza entre el paciente y su enfermera. Y dar la posibilidad al usuario de elegir a este profesional entiende que es una forma de lograrlo.
El propio Servicio de Salud advierte que desarrollar la propuesta en su totalidad no será sencillo «dada la complejidad organizativa de la asistencia sanitaria». Y estará sometida a «determinados condicionantes que combinen la calidad asistencial, la eficiencia organizativa y una gestión racional de los recursos existentes».
Y precisamente la necesidad de contar con más enfermeras puede ser uno de los aspectos que retrase la puesta en marcha y desarrollo posterior de este decreto. En el sindicato Satse sostienen que la libre elección de estos profesionales sanitarios «debe ir acompañada por un aumento de la plantilla» para poder llevarse a la práctica. «Ahora hay enfermeras que tienen que llevar hasta a 3.000 pacientes, cuando lo ideal es que el cupo sea de 700», alertan.
Samantha González, secretaria provincial de la organización en Álava, resalta que la iniciativa «puede ser útil porque el hecho de que te trate siempre una misma enfermera y te conozca da confianza, seguridad y facilita mucho la atención, sobre todo con los mayores, que son los que más precisan de nosotras». El de la tercera edad es un colectivo muy medicado y cuando acuden al centro de salud «lo normal es que te hable del último problema que le molesta, pero se les olvida comentar el resto de su patología y hay que tenerla muy en cuenta, por si puede estar relacionada con su dolencia actual. El conocimiento es la base de cualquier atención». La libre elección de enfermera es una reclamación que desde Satse se lleva poniendo encima de la mesa «hace mucho tiempo». Pero inciden que «debe ir acompañado de más medidas». Y piden que Salud les facilite el borrador para poder realizar sus aportaciones al documento.
En la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tienen una sección especializada en sanidad. Ella se encarga de elaborar encuestas a los usuarios en las que se mide su agrado con el servicio y señalan los aspectos que consideran mejorables en los hospitales y centros de salud. En estos análisis uno de los aspectos llamativos es que en aquellas comunidades autónomas en las que se puede elegir al médico la satisfacción de los pacientes es mayor que en aquellas en las que no se puede hacer o el usuario no ha tenido la posibilidad de acceder a esta opción por falta de personal. Por este motivo, en la OCU consideran «bueno» y «razonable» que esta posibilidad de elección por parte del paciente se extienda a las enfermeras y matronas.
«Es una medida que facilita que se establezca una relación de confianza entre los usuarios y sus sanitarios», destaca Kepa Loizaga, presidente de la OCU en Euskadi. Eso sí, apunta que «en la sanidad pública elegir médico y enfermera a la carta no siempre es posible, por eso la Administración debe analizar cómo puede ofrecer este nuevo servicio sin que se resienta la calidad de la prestación sanitaria».
Samantha González |Satse «Debe acompañarse de un aumento de la plantilla. Hay enfermeras con 3.000 pacientes asignados»
Kepa Loizaga | OCU «La Administración tiene que analizar cómo ofrecer este nuevo servicio sin que se resienta la calidad»
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