Pablo Ibar aún deberá aguardar un año para saber si prospera el recurso para repetir su juicio

«Esperamos que la respuesta a nuestra apelación se conozca el próximo año por estas fechas», ha validado Andrés Krakenberger, portavoz de los Ibar. El escrito, de 117 folios, afirma que el último tribunal que juzgó a Ibar «vulneró derechos constitucionales» y pide la anulación de la cadena perpetua.

Para su mujer, Tanya, «Pablo sigue peleando, está animado y con ganas de ganar la apelación. Y nosotros, con ganas de traerlo a casa». Su mujer ha venido al País Vasco con sus hijos para conocer a la familia paterna de Pablo, cuyas raíces se encuentran en Gipuzkoa.

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Su padre, Cándido, quien fuera pelotari en Estados Unidos, ha explicado que cuando en mayo de 2019 llegó la sentencia, su hijo «se sintió muy decaído y muy mal. Ahora ya está mejor. Con intensidad y fuerza para seguir». Hace unas semanas, Pablo fue sometido a una operación por un problema en un brazo. Ha sido trasladado de prisión para continuar con su recuperación.

Y no le queda otra que armarse de paciencia para un proceso legal, el cuarto, que exige tiempo, un buen abogado y dinero, mucho dinero. «Hasta ahora hemos gastado 1,1 millones de dólares (unos 975.000 euros al cambio actual)», ha reconocido Krakenberger. La apelación les supondrá otros 250.000 dólares. Por ello tienen abierta una campaña de crowdfunding (recaudación de fondos) en su página web.

«Queremos que la gente no se olvide de Pablo», ha solicitado el portavoz de los Ibar. Confía no obstante en ganar esta cuarta batalla legal. «Esto no es trepar el Everest, hay que trepar el Himalaya entero». En el caso de que el recurso fuera rechazado, aún les quedarían otras vías por la justicia federal y con el Supremo estadounidense como alternativa definitiva. Ibar, que ya tiene 49 años, ha pasado más de la mitad de su vida entre rejas.