El oasis azul cumple un siglo
Jardines de Majorelle ·
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Jardines de Majorelle ·
Unidos al pintor del mismo nombre y al dúo formado por Yves Saint Laurent y Pierre Bergé, su gran amor, son uno de los grandes atractivos de MarrakechAbraham de Amézaga
Sábado, 14 de diciembre 2024, 13:06
La primera vez que Yves Saint Laurent y su compañero y cerebro de su empresa, Pierre Bergé, visitaron Marrakech, a mediados de la década de los sesenta, no paró de llover. Alojados en el lujoso hotel La Mamounia, el cielo comenzó a abrirse cuando estaban ... a punto de marcharse, y una cegadora luz los envolvió. Eclipsado por tanta belleza y las fragancias del lugar, Saint Laurent tuvo una revelación: «Es aquí donde, a partir de ahora, quiero pasar gran parte del año, Pierre», exclamaría.
Mucho antes, a principios de 1920, otro francés, el pintor Jacques Majorelle (1886-1962), había quedado tan prendado de la ciudad que llegó a adquirir un terreno de 1,6 hectáreas. Allí mandaría construir, además de su taller, su casa. El gigantesco espacio exterior había que poblarlo de especies de árboles y plantas, porque, como a Monet -recordemos sus jardines de Giverny-, le interesaba la botánica, siendo más que generoso en la elección de variedades: más de 300. Con el paso del tiempo, el lugar se convirtió en un oasis, un vergel fuente de inspiración para parte de su trabajo pictórico, como los 'Nus Noirs' (Desnudos negros), una de sus serie más conocidas.
En el colorista y amplio libro que Amélie y Félix Marcilhac dedican al artista leemos que los jardines serán «un marco idílico para su familia y sus amigos, un escaparate para su pintura, un santuario, el refugio necesario para la asimilación de emociones acumuladas a lo largo de los viajes». También figuraban en la lista de los destinos que había pintado, ciudades españolas como Granada, Ronda y Toledo. Todos los enclaves visitados le habían permitido desarrollar «una sensibilidad de nómada». Al fallecer el pintor, a principios de los sesenta, sus jardines quedarían abandonados.
Será casi tres décadas más tarde cuando los nombres de Yves Saint Laurent y Pierre Bergé se enlazarán al de Majorelle. En 1980, la pareja compra tanto la casa, en la que residirán y a la que bautizan como Villa Oasis, como el jardín, salvándolo de un promotor inmobiliario que pretendía construir en él un gran complejo hotelero. Al creador de moda le gustaba «pasear por los jardines plantados por Majorelle, cuya entrada costaba un dirham», escribe Marie-Dominique Lelièvre, en el libro 'Saint Laurent mauvais garçon'. En esta obra se recoge también el testimonio de Thadée Klossowski, uno de sus íntimos amigos, quien recordaba que el modisto halló en ese jardín «el clima, la luz, los colores y los olores de su infancia», siendo además «una fuente inagotable de inspiración» para quien creara el esmoquin y la sahariana para mujer.
Art Déco
Altas palmeras, cactus de diferentes formas y tamaños, nenúfares sobre estanques, fuentes de factura marroquí, construcciones que son el resultado de la fusión entre el Art Déco y el universo morisco… Un remanso de paz de 9.000 metros cuadrados, protegido por muros; un paraíso terrenal de luz, fragancias en suma, aparte de colores que no dejan indiferente, entre los que sobresale uno. ¿El azul Klein? No, el azul Majorelle. Algunos años, los visitantes a este exótico vergel, uno de los mas bellos del país del norte de África, han sobrepasado el millón. Además, existe una Fundación que lleva su nombre, y en su interior el Museo Pierre Bergé de las Artes Bereberes, desde 2011, justo donde se hallaba el taller del pintor orientalista.
Es una de las atracciones de la ciudad, junto a su zoco y el museo Yves Saint Laurent, abierto hace más de un lustro y en el que en 2021 tuvo lugar la muestra 'El Marruecos de Jacques Majorelle', la primera exposición organizada en el país tras su muerte. Un punto de peregrinaje igualmente para los cientos de miles de admiradores del legado del diseñador francés, a quien como a Bergé recuerda un sencillo monumento. Al poco de fallecer, las cenizas de quien había dado «poder» a las mujeres con sus creaciones eran esparcidas en este bucólico lugar.
Con motivo del centenario de los jardines, la casa francesa Artcurial ha organizado en La Mamounia una subasta de obras de Jacques Majorelle y de artistas contemporáneos a este. La venta, en la que habrá pinturas como 'L'Aouache à Télouet', valorada entre 350.000 y 500.000 euros, o 'Bijoux berbères', de la serie 'Nus noirs', con un precio de salida de 250.000, tendrá lugar el 30 de diciembre.
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