Nuevos combustibles, menos ruidos y mucha tecnología

Tras el despegue del vehículo eléctrico, llega el momento del de hidrógeno. Miguel Ángel Alonso, director de ingeniería de Alsa, explicó el proyecto que la firma de autobuses tiene en marcha para probar vehículos impulsados por esta energía en la que Euskadi quiere tener un papel relevante. La tecnología ya permite una autonomía de 400 kilómetros y un tiempo de repostaje de sólo nueve minutos, según han podido verificar en Alsa. Pero queda que sea rentable (el coste del combustible es muy alto) y habilitar infraestructuras (realizan los repostajes en estaciones móviles). La esperanza está en las ayudas públicas y en que la economía de escala abarate costes cuando despegue esta tecnología.

Los humos no son los únicos que contaminan, también lo hace el ruido. En este sentido, el operador ferroviario vasco, ETS, ha desarrollado un «proyecto innovador para abordar esta problemática», explicó Cristina López, directora de I+D+I de la firma. Viendo que el ruido de los trenes en áreas pobladas provenía básicamente del rozamiento de las ruedas con el raíl, diseñaron unas pantallas acústicas muy próximas a los convoyes y con una altura de 1,2 metros. El ruido se redujo «en diez decibelios», lo que es equivalente a «eliminar nueve de cada diez trenes» que circulan.

La firma vasca Irizar ya ha desarrollado un camión eléctrico con potencial para hacer repartos de mercancías en entornos urbanos, en áreas aeroportuarias... «Se están fabricando varias unidades para Barcelona», anunció Txema Otero, director comercial. Además, el Ayuntamiento de Zaragoza va a adquirir 68 unidades de 'ie tram' a la multinacional, un modelo futurista y de cero emisiones.

Juan Marín, de la firma Kapsch, presentó su proyecto Smartiago, una iniciativa que mediante la instalación de cámaras y generación de grandes cantidades de datos pretende gestionar la movilidad para preservar el patrimonio de la ciudad.