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El proyecto ferroviario del suroeste francés, el que llevará la alta velocidad a Burdeos, Toulouse y Dax, tiene un presupuesto inicial de 14.300 millones. El 40% de la cuantía será sufragada por el Gobierno galo, otro tanto por las autoridades regionales de Nueva Aquitania ... y Occitania, y el 20% restante con cargo a los presupuestos de la Unión Europea y la posible inyección de Fondos Next.
Con el reparto decidido desde hace años, el Elíseo ha anunciado la creación este mismo año de un nuevo impuesto «de equipamiento especial» que tiene la finalidad de recaudar una parte del dinero que le corresponde aportar a la construcción del nuevo trazado del TGV. Según lo contemplado, se aplicará durante un periodo indeterminado a personas físicas y jurídicas que puedan beneficiarse de la construcción de las nuevas estaciones. El objetivo es conseguir en torno a 24 millones anuales.
¿Y cómo va a determinar Francia quién debe abonarlo? La decisión ha sido salomónica: la tasa será imponible en todos los municipios que se sitúen a «menos de una hora en coche» de las futuras estaciones de Burdeos y Toulouse. Queda por ver si habrá más y si Dax contará con apeadero ya que, en teoría, no será final de recorrido cuando el trazado quede completado con la extensión hasta la frontera.
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