Eutanasia

Un exprimer ministro holandés y su esposa, nuevo caso de 'eutanasia doble'

Los Van Agt llevaban juntos nada menos que siete décadas y tenían tres hijos en común. Él tuvo una larga carrera política en la que ella estuvo a su lado siempre: fue ministro de Justicia, de Exteriores y primer ministros en tres gobiernos diferentes. También fundo The Rights Forum en 2009, un centro de conocimientos sobre Israel y Palestina que buscaba una solución pacífica al conflicto entre ambos países. A lo largo de su vida tomaron muchas decisiones y una de ellas es que llegado el momento y si las condiciones lo permitían, querían irse juntos. Lo lograron.

La eutanasia en pareja es una práctica que cada vez se solicita más en Holanda, un país en el que el año pasado se practicaron 9.000 en total, de las que 29 fueron dobles. Es decir, solo representan un 1% del total aproximadamente, pero van en aumento. «No ocurre muy a menudo, porque no es un camino fácil», señaló Fransien Van ter Beek, presidenta de la Asociación Neerlandesa para un Final de Vida Voluntario.

Las condiciones para practicar la eutanasia en general son muy estrictas y no se permite la ayuda al suicidio. Tiene que se aprobada bajo supervisión médica con los fármacos correctos y los pasos adecuados. En el caso de las dobles, son dos médicos diferentes los que evalúan a los solicitantes de forma separada y luego, otro galeno revisa el expediente. Los tres deben estar de acuerdo y seguros de que se cumplen todos los puntos antes de firmar la autorización. Esto incluye también que un miembro de la pareja no se sienta presionado por el otro para someterse.

«Sabemos por experiencia que a la gente le parece una idea bonita. Especialmente después de toda una vida en la que las personas se han fusionado entre sí. Así ya no tienes que vivir la muerte de la otra persona, y te ahorras el dolor», concluye Van ter Beek. No obstante, son los hijos y los nietos quienes sufren una doble pérdida al morir juntos sus padres o abuelos.