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javier morales
Miércoles, 16 de octubre 2019, 03:02
El de San Miguel, más que un veranillo, empezaba a ser un estío sin diminutivos. En Granada, el otoño llegó en pantalón corto, con playas hasta la bandera -todavía verde-, incendios forestales y terrazas a rebosar de turistas. La lluvia apenas ha asomado para despertar ... a octubre y la sequía empieza a preocupar. Hasta el punto de que dos de los líderes religiosos de la provincia, el arzobispo y el imán de Omar, han tomado la iniciativa estrechándose la mano para pedir a sus fieles oraciones «fervientes e insistentes» en las que rueguen por la lluvia a la divinidad.
Lo hicieron ayer a través de un comunicado firmado por ambos y difundido por la Archidiócesis de Granada. También se extenderá, traducido, a todos los miembros de la Unión de Comunidades Islámicas de Andalucía. En el escrito, «de común acuerdo y en el espíritu de fraternidad que agrada a Dios y que nos recuerda el Papa Francisco», proponen a católicos y musulmanes que miren al cielo en sus plegarias «para pedir del Señor la lluvia, cada cual según su tradición propia».
El arzobispo, Javier Martínez, sugiere a los católicos que incluyan en cada eucaristía una oración por la lluvia. En el caso de los musulmanes granadinos, el imán Lahsen El Himer recomienda a los fieles que el viernes se unan a un sermón colectivo. Según la tradición musulmana, este rezo se celebra al aire libre, con una oración concreta para invocar la lluvia: «Extiende tu merced resucitando la tierra que yace muerta». Si el trabajo y las obligaciones familiares lo permiten, en este rezo podrían participar hasta 200 granadinos, los que forman parte de la mezquita de Omar.
Javier Martínez y Lahsen El Himer se pusieron en contacto en la tarde del lunes, como suelen hacer cuando hay algún tema de relevancia que tratar. El sacerdote ha visitado la mezquita en varias ocasiones. En 2017, compartió por primera vez con Lahsen E Himer la ruptura del ayuno del Ramadán. «Tengo una relación de amistad con el arzobispo», resume El Himer.
No es la primera vez que los granadinos imploran al cielo para que ponga en orden las estaciones. A principios del año 1995, Sierra Nevada contaba los días para el Campeonato Mundial de Esquí Alpino con un ojo puesto en los partes meteorológicos. No nevaba. Aquel invierno apenas hubo precipitaciones e hizo un calor inusual que impidió 'fabricar' el manto blanco con cañones. Así que los vecinos del municipio de Monachil, capitaneados por su alcalde, se echaron a hombros una imagen de San Antón para pedir una nevada. Casi dos mil personas se congregaron en aquel ascenso a la Era del Portachuelo. No nevó, y el Mundial se postergó un año.
Arzobispo y presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Andalucía quieren sumar las fuerzas de su fe para que la lluvia riegue el campo granadino. La fe está puesta en las nubes. Por ahora, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) anuncia un 55% de probabilidad de precipitaciones para el domingo.
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