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terry basterra
BILBAO
Viernes, 22 de noviembre 2019, 13:37
Tensión, miedo, ansiedad. Son síntomas comunes de las mujeres que sufren agresiones machistas en su etapa inicial. Esa que se da desde que su pareja cambia la forma de tratarla y se vuelve agresivo hasta que llega el primer episodio de violencia. Cada vez son ... más las féminas que, por sí mismas o gracias al consejo de sus allegados, son capaces de ver estas primeras evidencias del maltrato. Aunque el monstruo todavía no se ha quitado la máscara sí ha asomado la patita. Y se la han visto a tiempo. Este colectivo de mujeres es el que más llama al número de atención a las mujeres víctimas de violencia del Gobierno vasco (Satevi), el 900840111. Y desde hace dos años su número va en aumento. En lo que llevamos de 2019 representan el 63% de las 1.088 maltratadas que han llamado a este servicio de orientación.
Al otro lado del teléfono encuentra a un equipo de profesionales que trata de resolver sus dudas e informarlas de los diferentes recursos y caminos que puede seguir para escapar de esa situación. Olatz Urgoiti es una de las personas que están al otro lado del auricular. «Cada llamada es diferente porque cada caso es único. Nunca sabes lo que te vas a encontrar. Muchas veces simplemente las dejamos hablar, que se desahoguen. Están nerviosas, aceleradas... Son momentos duros. Jugamos mucho con los silencios para que lo suelten todo. Es habitual que ni ellas mismas sean conscientes de lo que les pasa. Tienen dudas sobre lo que están viviendo. Si los comportamientos que comienzan a ver en su pareja pueden estar relacionados con el maltrato. Les ayudamos a poner en claro lo que les pasa y los recursos que tienen disponibles si los necesitan, pero son siempre ellas las que toman las decisiones. Es muy gratificante ver como son capaces de ir dando pasos para salir de esa situación», relata Urgoiti. Y es que aunque este servicio no hace seguimiento de los casos como tal, son las propias víctimas las que toman la iniciativa y llaman en varias ocasiones para pedir consejo o valorar cada acción que adoptan.
Cuando las parejas tienen descendencia todo se complica. Es frecuente que la mujer esté dispuesta a soportar vejaciones con tal de mantener la relación del progenitor con los niños. En lo que va de año desde el teléfono de atención a las víctimas de violencia han atendido 639 casos de estas características y 1.002 hijos han sufrido la sinrazón de sus aitas. «Nuestro papel es hacerlas ver que un hombre que agrede a su mujer jamás será un buen padre y que cuanto antes dejen de aguantar esa situación menor será el trauma que sufran sus hijos. Cuando se dan cuenta que los niños están sufriendo es cuando cogen consciencia de la situación y rompen la relación con su pareja», explica una de las técnicos de este servicio.
Con las llamadas que recibe el teléfono de ayuda al maltrato del Gobierno vasco –3.000 al año de media– han extraído una serie de datos clarificadores. Tres de cada cuatro agresores son nacionales. Lo mismo ocurre con las víctimas. Y en el caso de mujeres extranjeras –Satevi atiende en 50 idiomas–, más de la mitad de las parejas que las golpean y vejan tienen nacionalidad española. Por edades el grueso de las féminas maltratadas que llaman a este teléfono tienen entre 31 y 50 años (el 59%), aunque se ha detectado un aumento de solicitud de ayuda entre las mayores de 60, una franja de la sociedad que había optado por esconder su sufrimiento.
La consejera Beatriz Artolazabal ha aprovechado para incidir en la necesidad de concienciar a la sociedad sobre la «sangrienta desigualdad» que supone la violencia de género, ha cargado contra la ultraderecha por «querer blanquear» las agresiones machistas y ha anunciado novedades en el servicio Satevi. Una de las más destacadas es que a partir de enero será accesible también a las mujeres con discapacidad auditiva gracias a un sistema de comunicación a tres bandas que incluirá el lengua de signos con la colaboración de la asociación Euskal Gorrak.
Para la directora de Emakunde, Izaskun Landaida, «resulta imprescindible actuar en el corto plazo, articulando diferentes medidas y recursos para la protección y atención integral a las víctimas». En ese sentido, ha destacado la importancia del «trabajo conjunto que se realiza desde el Gobierno Vasco y con otras instituciones».
El teléfono de Satevi no deja huella en la factura y está coordinado con el 016. Todas las personas que llaman a este número desde Euskadi son derivadas al servicio vasco.
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