Muere la mujer de 104 años que batió hace unos días el récord de ser la persona más mayor en saltar en paracaídas

Dorothy Hoffner tuvo el honor de convertirse en la mujer más famosa del mundo hace diez días, cuando batió el récord mundial de ser la persona más mayor de la historia en saltar en paracaídas. Lo hizo a sus 104 años y acompañado de un instructor. Pero el destino quiso que su vida aventurera terminase pocos días después. El domingo, falleció en su casa de Chicago.

Según anunció el 'NY Times', Hoffner murió mientras dormía. Y aunque todo apunta a causas naturales, la enfermera que trabajaba con ella desde hace cinco años cuenta al citado medio que aún se desconocen las causas exactas de la muerte.

Hoffner superó el registro que marcó el año pasado la sueca Larsson, que saltó con 103 años en paracaídas. La mujer estadounidense ha fallecido mientras esperaba la certificación oficial de Guinness para así ver su histórica marca reflejada en el Libro de los Récords.

Ella era una mujer de retos. Atrevida. De las que nada le asusta. De hecho, no es la primera vez que saltaba al vacío desde un avión. Fue hace cuatro años, cuando acababa de cumplir el primer siglo de vida. El martes 3 de octubre, dejó su andador junto a la aeronave y subió las escaleras ayudada por varios auxiliares para unirse al equipo de profesionales de Asociación de Paracaidistas de Estados Unidos. «La edad es solo un número», afirmó la señora después de realizar el salto desde un avioneta a 13.500 pies -4.100 metros- en el norte de Illinois.

La inmersión duró siete minutos, incluido el lento descenso de su paracaídas hasta el suelo. Al aterrizar, el viento empujó el cabello blanco de Hoffner hacia atrás: se aferró al arnés sobre sus estrechos hombros, levantó las piernas y se dejó caer suavemente sobre la zona de aterrizaje cubierta de hierba.

Cuando saltó en paracaídas por primera vez, la mujer dijo que la tuvieron que empujar. Pero en esta ocasión, de nuevo atada a un instructor certificado, Hoffner insistió en liderar el salto. Cayó del avión de cabeza, completando un perfecto giro hacia adelante en el cielo, antes de volar estable en caída libre con el vientre hacia el suelo. Al tocar tierra le esperaba una multitud que no dudó en vitorearla y corear su nombre por la encomiable hazaña.

Sus amigos y familiares se apresuraron a compartir felicitaciones, mientras alguien traía su andador rojo. Se levantó rápidamente y le preguntaron cómo se sentía al estar de nuevo en el suelo. «Maravilloso», afirmó la centenaria mujer. «Todo fue encantador, maravilloso, no podría haber sido mejor», agregó emocionada. Hoffner, que hubiese cumplido 105 años en diciembre, tenía como nuevo reto viajar en globo aerostático.

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