Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
E.C.
Miércoles, 23 de septiembre 2020, 09:58
Entre los sueños de casi todo el mundo ha figurado ganar el bote más alto de Euromillones. Son muchos los que han fantaseado con lo que harían al verse millonarios de la noche a la mañana.
Colin Weir fue la personificación de los ... deseos de muchos, batió un récord al ganar un premio de Euromillones de 185 millones de euros hace ocho años. Falleció a finales de 2019, a los 71 años de edad, y ahora ha salido a la luz su testamento, que revela que gastó la mitad de su fortuna antes de morir.
El premio, en cambio, no le dio una felicidad duradera: sufrió años de mala salud y él y su esposa, Christine, se divorciaron el año pasado después de 38 años de matrimonio. No obstante, de los más de 92 millones que le correspondieron, Colin gastó más de 46.
El afortunado del sorteo no se privó de nada, según publica el diario Daily Maily. Compró cuatro coches (dos Mercedes, un Jaguar y un Bentley), tres caballos purasangre, la mayoría de las acciones de su club de fútbol favorito, el Partick Thistle FC y una generosa donación al Partido Nacionalista Escocés, una mansión de 4 millones de euros o una casa en Mallorca. Otra parte se fue a un fondo de inversiones.
Los acertantes de grandes premios del Euromillones suelen permanecer en el anonimato. Disfrutan de su fortuna lejos de las cámaras. Uno de los pocos casos identificados es el de Francisco Manuel Delgado Rodríguez, que ganó hace ocho años 121 millones de euros en el sorteo y a los pocos días cerró la panadería en la que trabajaba en Pilas (Sevilla) y se concentró en viajar y en invertir su fortuna, que no ha dilapidado tras hornearla a fuego lento.
Otras historias con mucha suerte
No menos curioso es el caso de los ganadores del bote de casi 176 millones del sorteo de Euromillones del pasado martes 19 de febrero. Una familia formada por seis hermanas de un pueblo del condado de Meath, en Irlanda. Según Irish Mirror, se trata de un grupo de hermanas (todas mujeres) que se reúne cada domingo y tiene como costumbre jugar a la lotería.
Además, no es la primera vez que alguien de esta familia se ve agraciado por la suerte en la lotería. Ya le tocó un gran premio a Charlie Sheridan, marido de una de las seis hermanas ahora multimillonarias, llamada Kathleen, que es abuela de cinco nietos.
Una historia con menos dinero pero igualmente curiosa. Los 37 trabajadores de un hotel de Segovia se enteraron entre llamadas, fogones y cambios de camas de que les había tocado el Euromillones. Ni se lo esperaban. Apenas invirtieron en el boleto ganador los cinco euros que les sobraron de la compra de unas flores a una compañera cuyo padre había fallecido. El resultado: 240.000 euros de premio a repartir entre todos.
Los juegos de azar premiaron también a una mujer de 60 años que ganó más de 3,8 millones de dólares en las máquinas tragamonedas del casino Hard Rock del famoso hotel con forma de guitarra en Hollywood y batió el récord otorgado en esta modalidad de juego en el estado de Florida.
La mujer, que reside en Fort Lauderdale, a unos 45 kilómetros al norte de Miami, aún no ha decidido cómo gastará el dinero, pero ha asegurado que instalará ventanas para la temporada de huracanes, construirá una piscina en su casa o se comprará un apartamento para su jubilación. «Estoy en estado de shock absoluto. Te gusta soñar en grande, pero esto es realmente grande. Ni siquiera llegas a pensar que puedes ganar esta cantidad. ¡Es una lotería! Todavía se siente como un sueño», indicó en un comunicado difundido por el casino y en el que no se informaba del nombre.
Pusieron 15 euros cada uno y Ángel selló el boleto con la fecha de su cumpleaños y otros números al azar. Raquel es la más joven del grupo y trabaja de camarera, confiesa ya que el dinero le vendrá muy bien. Euromillones va a cambiar para siempre la vida de 15 amigos de toda la vida de la localidad vallisoletana de Mayorga, al convertirse en los acertantes únicos de primera categoría (5 + 2) del sorteo del correspondiente al martes 7 de julio, nada menos que 144 millones de euros.
Este pueblo de poco más de 1.500 habitantes ubicado en la provincia de Valladolid, pero colindante con las de León, Palencia y Zamora, se ha convertido en el epicentro de uno de los botes más grandes jamás repartidos por el sorteo de Euromillones, y que permitirá a sus agraciados vivir sin preocupaciones pecuniarias el resto de sus vidas.
Con la voz aún entrecortada por los nervios, Javier Espinosa intentaba expresar su emoción por haber sido el ganador de la Primitiva en enero de 2019. Este empresario de Bonrepòs fue el único acertante, y convirtió los cuatro euros de las dos apuestas en casi 80 millones de euros. Lo hizo al adivinar los seis números de uno de los bloques, más el reintegro. Espinosa, escéptico, no se creía su suerte: «Puedes acertar los números, pero el reintegro te lo da la máquina, aún no soy consciente».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.