Casi la mitad de los vascos defiende medidas más exigentes frente al virus

Seis de cada diez encuestados piensa que lo peor aún está por llegar, mientras que el 26% piensa que ya ha pasado la parte más complicada. El distanciamiento social necesario para evitar contagios fue otra de las cuestiones analizadas en el estudio. La mitad de los vascos asegura haber reducido mucho el número de personas con las que tiene contacto cara a cara, a parte de las relaciones de trabajo.

En cuanto a la recomendación de mantener una distancia de un metro y medio con las personas con las que no se convive, dos de cada tres dicen mantenerla. Respecto al uso de mascarilla, una amplia mayoría ha reconocida utilizarla en su día a día. Estos porcentajes son notablemente más bajos en dos situaciones: cuando se reúne en un domicilio con familiares o amigos con quienes no convive (41 %) y cuando anda por lugares sin gente (como en el monte) solo o en compañía de personas convivientes (35 %).

Las medidas que han resultado más duras de cumplir para la mayoría de la población son el confinamiento (muy o bastante duro para un 62 %), el uso obligatorio de la mascarilla (62 %) y el cierre de parques y espacios públicos (43 %).

Por último, casi la mitad de los vascos (47 %) afirma que cuando se logre una vacuna segura y eficaz desearía vacunarse, aunque solo después de que muchas otras personas se hayan vacunado. Un 30 % desearía vacunarse cuanto antes (en el conjunto del Estado este porcentaje asciende a un 40 %) y un 20 % afirma no querer que le administren la vacuna.