La menor que acusó a su padre de violarla en Tolosa dice en el juicio que se lo inventó para poder irse de casa

Los hechos que ella ahora ha negado habrían tenido lugar el 8 de mayo de 2023, lo que llevó a que un auto impusiera una medida de alejamiento de los padres hacia su hija que desde entonces se ha mantenido en vigor. Según ha revelado la madre entre sollozos, no se habían vuelto a ver hasta esta vista oral, en la que los padres han seguido el testimonio de su hija por videoconferencia desde una sala contigua.

Pese al cambio de declaración de la presunta víctima, la Fiscalía ha mantenido su reclamación de condena: 12 años de cárcel para el progenitor por un presunto delito de agresión sexual, y un año a la madre por maltrato no habitual. Según relató la hija en la instrucción, el día de los hechos su padre le introdujo un dedo en la vagina. Sucedió tras una discusión familiar en la que la madre le habría golpeado.

La joven ha recordado que todo se originó un día en que ella hizo «algo incorrecto», al no acudir al instituto donde estudiaba para irse con unos amigos a Donostia sin que lo supieran sus padres. Al parecer, la madre se preocupó al no regresar a casa a la hora habitual según el horario escolar, por lo que la estuvieron «llamando por teléfono» sin que ella descolgara el aparato.

Al volver a casa, ha asegurado que su madre no la golpeó, algo que también ha refrendado la mujer. El padre, que durante la instrucción había dicho en sede judicial que la madre le dio «una torta con la mano abierta» a su hija, ahora ha dicho que se limitó «a agarrarla del abrigo». Sobre la diferencia de las versiones ofrecidas entonces y ahora en la Audiencia, la abogada defensora ha aludido a un problema de comprensión y traducción, dado que la familia procede de un país africano, hablan un dialecto local y tienen como segunda lengua el inglés, y al expresarse en este idioma no son capaces de discernir entre un cachete o una agresión.

Después de aquello, la chica le contó que su padre había abusado de ella a una amiga de clase, por lo que esta lo puso en conocimiento de su tutora, quien acudió a la dirección del centro. Se activó así el protocolo escolar para es tipo de casos, lo que conllevó la intervención de Diputación, que asumió la tutela de la entonces menor.

La directora y la jefa de estudios del centro escolar, en el que la menor llevaba un tiempo no muy extenso, «menos de un mes» o «menos de un año», han contado que, tras tener conocimiento de los supuestos hechos, el colegio concertó un encuentro con la familia, aunque prefirieron que a la reunión entrara solo la madre. La mujer, que esta mañana ha declarado que «por mi hija, mataría», les dijo entonces que su hija era «muy mentirosa», por lo que no le dio credibilidad y aseguró que no iba a interponer una denuncia. Siguiendo el protocolo, el centro denunció los hechos en la ertzain-etxea de Tolosa.

La directora ha recordado que la menor les había referido que un día que ella se dejó el móvil en casa, su padre lo cogió y leyó unos mensajes que revelarían que su hija «tenía relaciones homosexuales». Y como reacción, el hombre la llevó a una habitación y «le metió los dedos en la vagina reiteradas veces», estando la madre en casa.

Los testimonios ofrecidos por la familia durante la instrucción y las declaraciones en la Audiencia de Gipuzkoa de las directivas del centro educativo y de unas técnicos que realizaron un informe del daño psíquico y emocional de la presunta víctima, ha llevado a la fiscal a mantener su petición de penas. La abogada de la defensa, por su parte, ha pedido la libre absolución de los padres.