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Desde que la potencia atómica comenzara a ser usada para la producción de energía, se ha buscado una solución al problema de los residuos. En ocasiones de forma no muy afortunada. Baste un ejemplo cercano: en la fosa Atlántica, a unos 400 kilómetros de la ... costa gallega y a 200 de la asturiana, se acumulan 225.586 bidones aislados llenos de este tipo de desechos radiactivos. Fueron lanzados allí entre 1949 y 1982, por Bélgica, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Holanda, Suiza y Suecia. No es algo de lo que las autoridades hablen con gusto, ni se sabe el estado en que se encuentran las cápsulas.
Tras finalizar estas prácticas, los países más nuclearizados han ido optando por otras estrategias. Las más recientes combinan el procesamiento para la reutilización con el almacenamiento temporal. Francia, que suma 19 centrales con 56 reactores y planea poner en marcha otros 14, produce entre 12.000 y 15.000 metros cúbicos de residuos radioactivos al año que se depositan en silos temporales. El país vecino trabaja en un enorme depósito en Bure, a 300 kilómetros de París. La instalación, que se espera que empiece a funcionar en 2035, está a 500 metros de profundidad. Allí, los residuos de alta actividad se guardarán en tuberías estrechas y los de actividad intermedia, en grandes túneles que se cubrirán de cemento.
En Finlandia ya funciona un espacio similar. Se trata de una cueva artificial a más de medio kilómetro de profundidad que albergará más de 6.500 toneladas de desechos protegidos en cápsulas cilíndricas de cobre y bentonita que deberían durar 100.000 años. Alemania, que este año cierra todas sus plantas, busca dónde hacer algo similar, mientras que Bélgica, Suecia, Suiza, Reino Unido, Canadá y EE UU trabajan en la misma línea mientras reparten por su geografía puntos de almacenaje temporal.
Tras el parón posterior al desastre de Fukushima, Japón se plantea recuperar su programa de energía nuclear y estudia alternativas para sus residuos. Entre tanto, en China trabaja en una tecnología que permitirá reciclar, dicen, el 100% de los residuos de alta actividad. A día de hoy es solo un prototipo en fase muy inicial y no se usa en ninguna central nuclear del mundo.
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