El 'manuscrito Voynich' es uno de los textos más misteriosos que se han conservado a lo largo de la historia. Lo poco que se sabe del documento es que fue escrito entre 1404 y 1438 -según el carbono 14- y que está escrito a mano ... en un lenguaje que ni los criptógrafos que desvelaron los códigos nazis de la Segunda Guerra Mundial han conseguido traducir. Ahora, la revista académica 'Social History of Medicine' ha publicado un estudio sobre el enigma en el que se sostiene que su contenido puede ser un manual de ginecología para hombres, escrito en clave para que las mujeres no tengan acceso a esos conocimientos y no puedan vivir una vida sexual libre.
Publicidad
La historia del 'manuscrito Voynich' parece sacada de una película de Indiana Jones. No es casual que se conserve en la Biblioteca Beinecke de Libros Raros y Manuscritos de la Universidad de Yale. El texto toma el nombre de Wilfrid Voynich, un anticuario experto en libros extraños que lo encontró al comprar una biblioteca en la villa italiana de Mondragone de Frascati. Voynich, lituano de nacimiento, acabó yéndose a Estados Unidos, donde comenzó a mostrar el misterioso libro.
La reconstrucción de la historia del libro es laberíntica. En el siglo XVII estaba en manos del emperador Rodolfo II de Habsburgo. El monarca regaló el libro a Jacobus Horcicky de Tepenecz, el farmacéutico de Praga que consiguió curarle de una enfermedad. Este boticario no consiguió traducirlo y, a su muerte, el libro pasó por varias manos hasta acabar en el Museo Romano de los jesuitas. El texto debía haber pasado al Vaticano pero Voynich se cruzó en la historia y se hizo con el libro.
El manuscrito consta de 240 páginas, algunas de ellas desplegables, y con decenas de ilustraciones de plantas que no han podido ser identificadas, signos zodiacales, objetos farmacéuticos, además de mujeres desnudas en bañeras, conectadas a extrañas tuberías o con misteriosos objetos señalando a sus genitales. El lenguaje empleado para escribirlo se ha denominado 'voychinés'. Jamás traducido, está compuesto por signos que quieren parecer letras y una sintaxis endiablada. Algunos investigadores han especulado con la posibilidad de que esté escrito por varias personas que utilizaron su propio código, lo que dificultaría atribuirle un patrón.
Llegó a atribuirse a Leonardo Da Vinci, pero, según el Carbono 14, el genio florentino no había nacido cuando el texto fue escrito. También se consideró que el autor era el filósofo Roger Bacon, pero, de nuevo las pruebas químicas indican que este intelectual ya había fallecido cuando se escribió el 'Voynich'. Hace una década, un linguísta británico aseguró haber traducido diez palabras del libro. Eran término como cilantro, eléboro o enebro, lo que situaría el texto en el ámbito de las ciencias naturales. A la hora de divulgar el texto, la universidad de Yale eligió a la una editorial española. La empresa Siloé, con sede en Burgos, para que editase 898 facsímiles con la reproducción exacta del manuscrito.
Publicidad
Ahora, los expertos Keagan Brewer y Michelle L. Lewis han llegado a la conclusión que el libro contiene una manual de ginecología sobre cuestiones como el aborto y la concepción. Según una recensión publicada en 'The Conversation', el uso de un código y de ilustraciones casi alquímicas revela la intención de los autores del 'manuscrito Voynich' de que las lectoras no pudieran entender nada del manual. Algunos de los autores de la época consideraban que esta ciencia debía quedar fuera del alcance de las mujeres para que no tuvieran relaciones fuera del matrimonio. Esta censura hacía que este conocimiento quedase vetado a trabajadores sexuales, los plebeyos, los niños y las propias mujeres. Un código garantizaría que no pudieran leer el libro si caía en sus manos.
Para llegar a esta conclusión citan a Johannes Hartlieb, un médico bávaro que vivió en la época en la que se escribió el 'manuscrito Voynich'. Este autor utilizó también el código para escribir un manual sobre la libido de las mujeres, posturas para practicar el coito o ungüentos para abortar. Su público eran los nobles bávaros, pero no sus esposas.
Publicidad
Al examinar el manuscrito a la luz de esa visión, los autores han encontrado referencias a textos ginecológicos de la época, un tiempo en el que se pensaba que la vagina tenía dos aberturas o que en las vulvas de las vírgenes había cinco pequeñas venas. Los dibujos muestran esas cinco tuberías. También hay referencias al esperma. En el siglo XVII se creía que el placer de las mujeres procedía del movimiento de los espermatozoides en el útero. Algunos dibujos del 'Voynich' podrían ser alegorías de esa creencia anatómica. El texto también contiene varias ilustraciones de castillos. Para los expertos, estas fortalezas pueden representar «un juego de palabras con el término alemán schloss , que tenía significados que incluían castillo, cerradura, genitales femeninos y pelvis femenina«.
Esta nueva visión se une a todas las que han rodeado al 'manuscrito Voynich'. Desde las más peregrinas -que han visto conspiraciones y secretos religiosos estilo 'El Código da Vinci' de Dan Brown- hasta las más académicas que se han limitado a darse contra el muro de un secreto. La última tesis pone en la diana al patriarcado.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.