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Abel Verano
Sábado, 17 de febrero 2024, 20:16
José Luis Cires, un ganadero de Cabezón de Liébana, en Cantabria, perdió el viernes 13 vacas (ocho de ellas preñadas), cuatro terneros (de apenas un mes) y uno de sus tres perros en un espectacular incendio que arrasó una de sus cuadras, el pajar y ... la vivienda anexa en la que residía con su madre, de 92 años. «Menos mal que ella pudo salir de ese infierno porque si no la tragedia hubiese sido mayor», reconocía este sábado Julio, uno de los cuatro hermanos de José Luis.
El incendio se produjo sobre las ocho y media de la tarde, en la localidad de Buyezo. José Luis regresaba con otro hermano de atender otra veintena de vacas que tiene en otra cuadra, a unos cien metros de donde se produjo el incendio, cuando se percató del fuego. En ese momento, su madre se encontraba muy cerca de las llamas, en la cocina, desde donde también se dio cuenta de la presencia del humo y, pese a sus problemas de movilidad, pudo bajar las escaleras de la casa y ponerse a salvo.
Hasta el lugar de los hechos se personaron bomberos autonómicos con base en Tama y de Valdáliga, que salvaron cuatro animales y contaron con el apoyo para el suministro de agua de efectivos de la Dirección General de Biodiversidad, y la colaboración de voluntarios de Protección Civil y vecinos de la localidad. Cuando llegaron a la zona, la cuadra y el pajar habían colapsado por la cubierta, favorecidos por la alta carga de madera, paja y hierba. Los bomberos centraron su intervención en un primer momento en controlar los perímetros, evitando la propagación horizontal del fuego y conteniendo el incendio en las edificaciones afectadas ubicadas en el centro del pueblo. Una vez sofocadas las llamas los efectivos realizaron labores de desescombro y refrigeración, que se retomaron este sábado.
«Mi madre estaba muy asustada y cree que se ha podido salvar algo de la casa. Estuvo toda la tarde llorando y decía que había sido una desgracia porque era la casa en la que había vivido siempre. Y mi hermano está asimilándolo porque aún no se puede creer lo que ha pasado», apunta Julio.
Respecto a las causas del incendio, se sospecha que pudo deberse a un «fallo eléctrico» o un «cortocircuito», puesto que el origen del fuego se produjo «en la unión de la casa y el pajar». «Ya ha estado el seguro y la Guardia Civil para hacer las correspondientes valoraciones».
Entre los que acudieron al lugar de los hechos se encontraba el alcalde de Cabezón de Liébana, Chucho Fuente, que descartó en declaraciones a este periódico que el incendio fuera intencionado «porque a esa hora no había nadie en el pueblo». Según ha confirmado, los propietarios del ganado habían ido a atender otra cuadra que tienen en la zona cuando la primera empezó a arder. «Cuando les avisaron ya no les dio tiempo a hacer nada. Llegaron los bomberos y empezaron a atacar el fuego por alrededor de la cuadra, el pajar y la vivienda anexa. La viga de otra casa también empezó a quemarse, pero sofocaron rápido el fuego, que hizo explotar las cristales de otra vivienda». Aun así, el alcalde asegura que no hubo que desalojar a ningún vecino de esas viviendas.
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