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Domingo, 20 de enero 2019, 23:01

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El fiordo Seno Ballena, en la región de Magallanes, al sur de Chile, es un verdadero laboratorio natural, único en el mundo. Un grupo de científicos analiza las características de sus aguas en estas fechas invernales con el objeto de conocer con detalle los efectos del cambio climático sobre diferentes organismos marinos. En las imágenes vemos el glaciar de Santa Inés y la isla de Carlos III, en Punta Arenas.

Martín Bernetti - AFP
El fiordo Seno Ballena, en la región de Magallanes, al sur de Chile, es un verdadero laboratorio natural, único en el mundo. Un grupo de científicos analiza las características de sus aguas en estas fechas invernales con el objeto de conocer con detalle los efectos del cambio climático sobre diferentes organismos marinos. En las imágenes vemos el glaciar de Santa Inés y la isla de Carlos III, en Punta Arenas.
El fiordo Seno Ballena, en la región de Magallanes, al sur de Chile, es un verdadero laboratorio natural, único en el mundo. Un grupo de científicos analiza las características de sus aguas en estas fechas invernales con el objeto de conocer con detalle los efectos del cambio climático sobre diferentes organismos marinos. En las imágenes vemos el glaciar de Santa Inés y la isla de Carlos III, en Punta Arenas.
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