El próximo domingo 23 nos vemos en Foronda. Hay buen ambiente entre cazadores y pescadores. Ganas de refrescar la memoria y despertar la conciencia colectiva sobre la urgente conservación de la caza y la pesca. No debe faltar nadie: todos tienen de una u otra ... manera un compromiso con su afición y su perdurabilidad.

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Al margen debe quedar el funesto individualismo de esos cazadores que se limitan a contar su cuitas en las tertulias. La presencia de cazadores y pescadores como Luis Fernando Villanueva, director de Artemisan, son ejemplo de buen hacer en el monte y en la vida.

Y para cuidar y mejorar lo que tenemos debemos hacer autocrítica. Me explico. Si no tenemos perdices echamos la culpa a los agricultores; si no hay codornices es por las cosechas o el cambio climático, si no hay tórtolas es porque las matan en Marruecos; si hay mucho jabalí es porque las administraciones no nos dan vía libre para estar todo el año a tiros y, si no hay relevo generacional entre nosotros, es por los videojuegos y los móviles que entretienen a nuestros jóvenes. Y siendo todo y nada verdad, lo importante es lo que hagamos nosotros.

Cuando hemos dejado de tener caza menor, en lugar de recurrir a mejorar la gestión de nuestro coto con comederos, bebederos, convenios con los agricultores, incrementando las cuotas en los pueblos, que son en su mayoría ridículas... En lugar de todo eso, decidimos irnos a lo fácil, a soltar miles de perdices.

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Los años buenos de codornices, en lugar de hacer nuestras pechas e irnos a casa después de un buen día, apuramos para ver si llego a cifras que no quiero ni nombrar. Para las tórtolas, con su carácter filopátrico, nos exige aplicar una buena gestión en nuestros cotos porque donde nacen vuelven todos los años. Así que respetar los cupos sería clave. Qué decir del jabalí. Es complicado pensar que el cazador tiene responsabilidad alguna; bastante tenemos con salir los fines de semana tras sus pasos. Y nuestros hijos... ¿nos hemos preocupado de inculcarles el amor al campo?

Hay más problemas, pero lo importante es que nuestra actitud y la implicación de las administraciones competentes sirvan para revivir un sector muy olvidado. Los políticos son responsables por su desinterés en una actividad de ocio que supone el sustento de muchas familias y que respeta y protege los hábitats de muchas especies.

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Todos a Foronda el 23 de junio.

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