Una jornada de reflexión entre hamaiketakos y lalalás

No hay más que ver a algunos políticos que salieron en EL CORREO. Las fotos de aquel sábado 27 de abril de 2019 nos muestran a Pedro Sánchez de paseo por Anchuras, el pueblo de Ciudad Real del que procede su familia paterna. A Pablo Casado nos lo topamos también de excursión, tomando el airecito en Navas del Marqués, provincia de Ávila. Y más doloroso aún es lo de Inés Arrimadas, vestida de flamenca y bailando en la Feria de Abril de Barcelona. Mejor no nos detenemos mucho en los políticos vascos, que dedicaron la jornada a los pasatiempos típicos de la tierra, una asombrosa combinación de hamaiketakos, poteos, jamadas y cañitas que, contemplada desde nuestro presente, nos sume en la desesperación: estaríamos dispuestos a soportar una campaña electoral entera, con todos sus mítines y sus debates, con tal de tener luego una sola jornada para reflexionar por ahí con la familia y los amigos.

Lo cierto es que la agenda del día se prestaba a la evasión y el callejeo. Para empezar, a mediodía había partido en San Mamés, con un empate a uno frente al Alavés quesupo a poco, qué duda cabe, pero tampoco es que empujase a los aficionados a pasar el resto de la jornada en atribulada reclusión. En el Museo de Bellas Artes se podía hacer ya una visita a tres paisanos de antaño: comenzaba la exposición de los retratos de Adán de Yarza, Bernarda de Tavira y María Ramona de Barbachano, los tres 'goyas' que habían regresado a Bizkaia. Y la agenda de conciertos no parecía tener fin: Los Toreros Muertos en fiestas de Santurtzi, el MAZ en Basauri, Bebe en la Herriko Plaza de Barakaldo, Café Quijano en el Euskalduna... Los leoneses presentaban su álbum 'La vida no es la la la'. Y no, no lo es, aunque ahora miramos nuestra vida de entonces y nos lo parece un poquito.