
Algo tienen los descerebrados contra los contenedores. Sabiendo que son basura, quizá lo vean como un enemigo. No se explica de otra manera ese empeño ... por quemarlos. A eso se dedicaron algunos tras la épica remontada de nuestro Athletic ante la Roma. Y mira que había quedado una noche preciosa. La afición estaba en tal estado de éxtasis que ni notaba la lluvia. Todo era alegría. Salvo para los de siempre. Ese pus infecto que, hasta cuando promete tregua, aflora de nuevo. Llevo desde el lunes, tras ser entrevistado por Juanma Castaño en El Partidazo de COPE, recibiendo agradables comentarios, unos cagándose en mi madre y otros en mi difunto padre, por explicar que «lo de San Mamés» no era una parte de la afición contra otra, sino todos contra un concreto y pequeño grupo de inadaptados. Pues el equivocado, según ellos, soy yo. Les resumo lo que dije y ustedes lo valoran.
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Arranqué explicando que IC Herri Harmaila está dirigida por gente de mi quinta, que en los 80 y 90 pertenecía a otro colectivo radical. Y que no les entra en la cabeza que no se puedan corear insultos porque, además de grosero, te multan y pretenden que paguemos sus gracias en el campo a escote y sus cuentas con la Ertzaintza. Añadí la razón de su nombre. Dejé claro, una vez más, que me pareció y me parece que lo de Cabacas fue un homicidio, cuando menos involuntario o por mala praxis, pero que eso no da vía libre para delinquir bajo su nombre con la excusa de la injusticia que se hizo. También añadí que tanto a Iñaki Williams como a Oscar de Marcos les han llovido críticas desde este colectivo y sus acólitos por recriminarles en Roma lo de las bengalas. Y que a Simón le están poniendo a caldo, subrayando los oficios de su padre y su madre, porque dijo que-Quien no quiera animar que se quede en casa-. No me olvidé de señalar que a esta gente no les importa el Athletic. La prueba es que frente al Valladolid, con 1-0 y ante una falta en contra al borde del área, en lugar de animar a los nuestros se pusieron a cantar sus reivindicaciones. Cosa que también hicieron frente al Mallorca, con retranca incluida dedicada a los que llaman «comepipas». Es decir, a todo dios, menos ellos. Quizá porque no entendemos que lo normal es llevar barras de hierro para recibir a la afición del Valladolid. Y terminé diciendo que todos tenemos basura y ésta nos ha tocado a nosotros. Díganme en qué he mentido. Porque no han tardado en darme la razón.
Según ellos para ser un buen athleticzale hay que salir del campo y, en lugar de ir a celebrar la victoria, esperar a los aficionados de la Roma para calentarles el morro. Como la Ertzaintza no lo permite, toca lanzar botellas contra esos cabrones de zipayos que, por el otro lado también tienen lo suyo. Me refiero a los ultras romanos, acompañados de la peor chusma de otros equipos. Que también la liaron. Algunos con bates de béisbol, que es lo que todos llevamos a un partido. Lo que me lleva a la UEFA. Aquí todos tenemos mierda en el zapato. Pero la UEFA cree que no va con ellos. Y que no es para tanto. Lo cual se contradice con la parafernalia que se monta. Calles cortadas, terrazas desmontadas, bares cerrados, colegios que cambian el horario escolar, policía por todas partes y aficiones separadas. Cosa que no pasó, por ejemplo, en la equivalente a la Europa League del Rugby que se celebró en Bilbao. O en la Copa de España de Baloncesto, allá donde se juegue. Pero la altiva UEFA dice que eso no es culpa suya. Aunque lo es. Y debe terminar. De una sola forma. Detectando, señalando y expulsando del fútbol a esta gentuza. Pero sin excusas. Hasta que aprendamos que el tema es muy serio. Eso exige hablar claro. Como Iñaki, Oscar y Unai. Y no esa salida por peteneras de Valverde que dijo tras el empate ante el Mallorca-Es raro que una parte de la afición esté gritando a la otra y viceversa-. No señor Ernesto. Aquí hay que ser valiente. En casa y por la calle me dicen-Uriarte no te metas, que puedes tener un disgusto-. Como si pasar de puntillas fuese la solución. Y ya que hablamos de Uriartes, el Presidente y la directiva tienen estatutos, poder y apoyo para echar a quien no cumpla las normas del Club. No hace falta un referéndum. Eso es jugar a Pilatos. San Mamés ya ha hablado. Así que, visto que la UEFA no hace nada y la mayoría de los equipos juegan al «lo tuyo es peor», empecemos nosotros a sacar nuestra basura. Porque no hablamos de unos cualquiera. Somos, que nadie lo olvide, un club señor, con valores y único en el mundo, llamado Athletic Club. ¿O no lo somos?.
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