La investigación confirma que al menor de Ceuta lo mataron a golpes

Una patrulla de la Policía Nacional localizó a las 8.40 horas de este lunes el cadáver del pequeño en un terraplén, a pocos metros de su domicilio, en la barriada ceutí de Loma Colmenar. Llevaban buscándolo desde la noche anterior, cuando salió de casa -a las 19.30 horas del domingo- para jugar al fútbol con sus amigos.

En el momento de la desaparición, el menor no se encontraba disputando el partidillo, sino que, al parecer, estaba viendo cómo otros jugaban. La última persona que lo vio con vida fue su hermano, con el que habló en la cancha.

Una de las hipótesis que maneja la Policía Nacional es que, al verlo solo, alguien llamó su atención y se lo llevó. Pero no es, ni mucho menos, la única línea de trabajo que siguen los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la comisaría ceutí.

La investigación, que está rodeada de un enorme hermetismo por el sigilo impuesto por la jueza para preservar las pistas del caso, apunta a que el menor habría sido golpeado con un objeto contundente, posiblemente romo, lo que le ocasionó varios traumatismos. Uno de ellos, el más grave, lo tiene en la cabeza.

Los agentes de la UDEV han empezado por reconstruir lo que sucedió esa tarde alrededor del partido de fútbol que disputaban un grupo de chavales. Para ello, han tomado ya declaración a una docena de testigos, la mitad de ellos menores. Algunos residen en Marruecos.

La policía trata de encontrar cámaras de seguridad en el entorno de la barriada por si alguna de ellas permite arrojar luz sobre el caso. La zona en concreto donde se localizó el cadáver, el terraplén, es un lugar apartado y de difícil acceso.

Entre tanto, los especialistas de Policía Científica han recogido todo tipo de vestigios en el escenario del suceso -entre ellos, un balón abandonado en el descampado- y han revelado huellas en las botellas y en los coches que había en las inmediaciones con la esperanza de que conduzcan al autor o autores del crimen.