Los incidentes de odio contra el colectivo LGTBI crecen un 72,7% en Euskadi

Los datos los ha remitido el consejero Bingen Zupiria al Parlamento vasco a petición de EH Bildu, que periódicamente demanda información sobre este tipo de incidentes. Junio fue el mes que concentró más ataques (siete), en los que seis de las víctimas eran varones mayores de edad y la restante, una mujer. Tres de los afectados sufrieron lesiones por su orientación sexual.

En julio, la mitad de los seis denunciantes padecieron igualmente lesiones, aunque también hubo dos casos de «incitación al odio o la violencia» y se vulneró el derecho de admisión a un establecimiento «por transfobia». En agosto, tres hombres fueron agredidos físicamente mientras que un menor sufrió amenazas, una mujer injurias y otra una agresión sexual.

En el documento se establece un somero perfil de los atacantes, que en 10 de los 19 incidentes registrados eran varones mayores de edad. En otros cuatro fueron mujeres quienes protagonizaron los insultos y agresiones; en otro, el autor fue un chico menor de 18 años; en cinco, varones desconocidos; y en otro, un establecimiento público. Los autores ascienden a 21, ya que en un incidente llegaron a participar tres personas.

Los datos que se manejan desde Seguridad dan cuenta de un incremento de denuncias, pero los colectivos de defensa de los derechos del colectivo LGTBI+ suelen advertir que se trata de «la punta del iceberg» porque «hay muchas otras violencias que no tienen ese carácter penal y que pasan desapercibidas».

De hecho, la red Eraberean, impulsada por el Gobierno vasco y de la que forman parte del Departamento de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico y asociaciones que trabajan en el ámbito de la inmigración, del pueblo gitano y de los colectivos LGTBI, suele recoger los incidentes punibles, pero también los que no lo son. Respecto a los primeros, en agosto recibieron aviso de dos casos en Mondragón y Bilbao. En ambos hubo insultos homófobos, aunque en uno de ellos se llegó hasta la agresión física.

La plataforma tuvo además conocimiento de otras cuatro situaciones que, si bien «no pueden ser calificadas como delitos de odio», suponen, en opinión de quienes las vivieron, «incidentes discriminatorios». Se registraron en Barakaldo, Getxo, Mutriku y Zarautz. Uno de los afectados, profesional de un centro de acogida, refirió «burlas y expresiones despreciativas» por parte de un menor «ante la indiferencia del resto de profesionales del centro». En los otros tres casos, relacionados con personas trans o en proceso de reasignación de género, manifestaron «trato irrespetuoso» o «discriminatorio» por parte de la Ertzaintza, de un psiquiatra y de la Unidad de Identidad de Género de Osakidetza.