El joven de 25 años ahogado por las riadas en Navarra alertó de su agonía al 112

El joven, natural de Villaba, logró huir de su coche cuando éste estaba siendo engullido por la corriente. Incluso llegó a alertar a los servicios de emergencia sobre su agónica situación a las 20.30 horas. Sin embargo, la gran cantidad de agua que había anegado toda la zona hizo imposible localizar su cuerpo, ya sin vida, hasta pasadas varias horas y en un punto de difícil acceso. Por eso, aunque la Policía foral lo estuvo custodiando toda la noche, su rescate tuvo que hacerse con un helicóptero a las ocho de la mañana de este martes.

Los destrozos causados por las torrenteras, que convirtieron muchas calles en auténticos ríos, son de tal magnitud que la propia presidenta en funciones de la comunidad, Uxue Barcos, reconocía que todavía era «imposible» cuantificarlos. «Hablamos de infraestructuras, edificios, cosechas o locales comerciales», resumió. Afectaron a Tafalla, pero también se cebaron con especial crudeza en Olite, Pueyo, Pitillas y Tudela, donde se produjeron cortes en los servicios de luz y de agua que en su mayor parte ya están restablecidos. La gravedad de los daños llevó al Ayuntamiento de Tafalla a solicitar al Gobierno central la declaración de zona catastrófica, petición que la presidenta regional animó a tramitar al resto de municipios afectados.

Tras reunirse con varios de los alcaldes de estos consistorios, Barcos aseguró que «tenemos daños importantes en accesos a muchos de los pueblos de la zona y esta va a ser nuestra prioridad, junto con la seguridad». Uno de los puntos más críticos es la carretera N-121, cortada por un derrumbe del firme en Pueyo, por lo que el Ejecutivo regional decidió permitir el tráfico gratuito por la AP-15 hasta que se reparen tanto el vial como otras vías comarcales también dañadas en el entorno.

Las intensas tormentas acompañadas de pedrisco también han tenido efectos muy destructivos en el campo. Según informaron este martes portavoces de la agrupación española de los Seguros Agrarios Combinados, se han visto afectadas 100.000 hectáreas de tierras de cultivo. La mayoría en Navarra y La Rioja, pero también en Aragón, Galicia, Burgos y otras provincias castellanas. Las principales producciones dañadas son de cereales, uva, hortalizas y frutales.

El delegado de Aemet en Navarra, Pedro Oria, confirmó este martes que nunca se habían registrado datos de lluvias tan elevados como los del lunes. Y puso como ejemplo los 168,4 litros en 24 horas que dio la estación de Lerga, cuando la mayor cifra que se tenía eran 118 en septiembre de 1999. El responsable meteorológico reconoció que «se activó tarde» la alarma naranja porque, aunque se esperaban tormentas fuertes, confluyeron «elementos que se escapan a nuestra predicción».

Eran las nueve de la noche y lo peor estaba por venir. Los coches eran arrastrados por la fuerza del agua y se amontonaban en una de las esquinas del puente, ya totalmente cubierto por el río. Mientras, en la zona comercial, algunas personas tuvieron que subir a la azotea del Mercadona. Dentro del supermercado, una trabajadora contaba la situación a sus compañeros por medio de un mensaje de audio: «Esto es una locura, estamos todos en el tejado. La tienda está hecha un desastre, todos los productos por el suelo. Y estamos esperando al helicóptero, que nos van a sacar de aquí, nos van a evacuar», contaba visiblemente nerviosa.

Prácticamente todas las entradas a Tafalla quedaron cortadas, y las inundaciones anegaron bajos y obligaron a muchos vecinos a pasar la noche fuera de sus casas. Al cierre de edición, los destrozos materiales eran cuantiosos. Incidentes parecidos se registraron en otras localidades, como Barasoain, Garinoain, Pueyo o San Adrián; así como en Calahorra y Alfaro, en la vecina comunidad de La Rioja.