borja olaizola
Martes, 6 de diciembre 2022, 12:43
A punto de cumplir su primer siglo de vida -entró en servicio en 1928-, la estación de tren de Canfranc se prepara para la reapertura de un hotel en sus instalaciones. Será un cinco estrellas promovido por el grupo Barceló que abrirá sus puertas a ... finales del próximo enero a un precio de 231 euros la noche en habitación doble. El hotel, que ha sido decorado recreando el ambiente art decó que inspiró su arquitectura, tendrá 104 habitaciones, una zona de spá con piscina climatizada y una oferta gastronómica en consonancia con su tradición: dos vagones de tren de época restaurados que acogerán otros tantos restaurantes.
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No será el primer hotel que acoge la terminal, que con sus colosales dimensiones -tiene 250 metros de largo, el equivalente a 2,5 estadios de fútbol- fue durante buena parte del siglo pasado la estación de tren más grande de España. Cuando entró en servicio hace 94 años albergaba un casino, una agencia de aduanas, una oficina del Banco de España, una enfermería, una cantina y también un hotel de lujo. Fue uno de los primeros edificios públicos levantados con una estructura de hormigón armado. Y fue sobre todo la consumación de un sueño largamente acariciado por el regeneracionismo hispano para modernizar una comarca que vivía aislada entre montañas. Canfranc, un remoto enclave en medio de los Pirineos, se convirtió de la noche a la mañana en la capital ferroviaria de España.
La estación se construyó a la par del túnel de Somport, de ocho kilómetros de largo. Se buscaba vertebrar un nuevo eje de comunicación con Francia capaz de competir con los pasos de Irun y Port Bou. El tren entre Zaragoza y Pau, sin embargo, solo llegó a funcionar ocho años. Primero la Guerra Civil y luego la Segunda Guerra Mundial transformaron por completo el enclave, que se convirtió en lugar de paso de judíos y refugiados que huían del acoso de los nazis, y en punto de intercambio del wolframio que alimentaba la industria bélica alemana.
La estación languideció con el declive de la línea ferroviaria aunque recuperó parte de su antiguo brillo cuando David Lean la utilizó en 1965 para el rodaje de escenas de 'Doctor Zhivago'. Apenas cinco años después el descarrilamiento de un tren dañó un viaducto al otro lado de la frontera y Francia decidió cancelar la línea. La terminal, convertida desde entonces en punto de peregrinación de coleccionistas de nostalgias, recobrará todo su esplendor con la apertura del nuevo hotel, que admite ya reservas a partir del 24 de enero.
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