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Cubrir las mesas con manteles de papel de un solo uso. Equipar los locales con máquinas dispensadoras de geles desinfectantes, tanto para los clientes como ... para los trabajadores. Evitar ofrecer las cartas de menú tradicionales y, sobre todo, garantizar un espacio de al menos un metro entre comensales. Éstas son algunas de las medidas que están preparando ya los hosteleros para cuando puedan por fin abrir sus negocios, de forma limitada, dentro de la denominada desescalada del Covid-19.
Se trata, en todo caso, de parches para evitar la hemorragia de un sector que se encuentra «con el agua al cuello». Así lo reconocen en la patronal Hostelería de España, de la que forman parte las agrupaciones vascas del ramo. Esta asociación lanzó ayer un contundente mensaje al Gobierno con el que quiso poner de relieve la grave situación que atraviesan. La patronal reclamó al Ejecutivo que rectifique el «error» que, a su juicio, supone limitar -según las fases- al 30% el aforo de las terrazas y al 33% el del interior de los bares, como figura en el plan de desescalada. Además, reclamó la concesión de ayudas directas al sector dada la magnitud de esta crisis.
El presidente del colectivo, José Luis Yzuel, representantes de la patronal de empresas de gran consumo (Aecoc) y de la industria alimentaria (FIAB) presentaron una guía que detalla las medidas concretas a adoptar en los establecimientos para garantizar la seguridad de empleados y clientes frente al coronavirus. En el marco de esta presentación, Yzuel se mostró muy crítico con las decisiones del Gobierno. «En Sanidad no tienen el hábito de consultar a nadie, y en absoluto están ungidos de la verdad absoluta», lanzó el presidente de los hosteleros.
El representante de los hosteleros desveló que en las conversaciones iniciales mantenidas con el Ejecutivo la idea era reducir el aforo al 70 % de la capacidad habitual, muy por encima de la cifra fijada finalmente. «Fue una sorpresa», confesó el dirigente en referencia a la comparecencia en la que se anunciaron las fases de la desescalada. «Pensé que se había equivocado», añadió.
La guía de los hosteleros presentada ayer deberá ser analizada por el Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas y los sindicatos. Este documento base no establece un porcentaje concreto de aforo y apuesta por que dependa de cada establecimiento en función del tamaño y sus condiciones, garantizando siempre que se respete una distancia de seguridad de entre un metro y metro y medio.
En opinión de la patronal, con estas medidas habría locales y terrazas que podrían incluso encontrarse al 100 % de rendimiento, dependiendo fundamentalmente del espacio entre mesas. Yzuel, en este contexto, advirtió de que existe una «corriente» dentro del sector que aboga por no reabrir -el 11 de mayo las terrazas y a partir del 25 el interior de los bares- hasta que cambien las condiciones exigidas, que consideran «absolutamente inviables» en términos de rentabilidad. «Somos un sector con el agua al cuello. Puede que estemos ante una reconversión como la que pasaron la minería, las navieras o el carbón».
300.000 negocios hosteleros hay en España, según los cálculos de la patronal. Casi un tercio estaría en riesgo de viabilidad, a su juicio, si no se permite más aforo durante la desescalada. Los hosteleros piden ayudas directas para los profesionales del sector para evitar un descalabro general.
«Tenemos una previsión tremenda de cierres. En torno a 85.000 de los más de 300.000 establecimientos repartidos por todo el país. Igual habría que dar ayudas directas». El presidente de la patronal, José Luis Yzuel, trazó de esta forma el preocupante horizonte al que se enfrentan los negocios hosteleros de todo el país por la pandemia del coronavirus.
El representante reclamó una bajada del IVA al sector y criticó duramente al Ejecutivo por no haber consensuado con los profesionales las medidas a tomar durante la desescalada. Además aprovechó para censurar la «falta de sensibilidad» de la titular de Trabajo, Yolanda Díaz.
El director de la patronal de empresas de gran consumo (Aecoc), José María Bonmatí, subrayó que el principal fallo de la desescalada propuesta por el Gobierno para la hostelería es que plantea fechas «sin solucionar antes otros temas», como la flexibilización de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), el pago de alquileres o los microcréditos para pymes. El director de FIAB, la agrupación de la industria alimentaria, recordó el peso clave en la economía española del sector de la hostelería. El consumo de bares y restaurantes suponen de media el 30 % de los ingresos de la industria alimentaria y pidió evaluar medidas como un IVA superreducido del 4%.
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