

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Alberto Martínez
Sábado, 2 de noviembre 2024, 01:11
Rompe a llorar. Sergio reconstruye con palabras y gestos el infierno que vivió junto a otro señor de Benetússer la noche del martes. La ... dana les arrastró al interior de su casa y, nadando, pudieron pasar a través de una menuda ventana que comunica el cuarto de baño con un patio interior. Esa acción, probablemente, les salvó la vida. En ese hogar, él, Inma y sus dos hijos tenían previsto instalarse en los próximos días. La reforma estaba terminada y este fin de semana iban a pintar las paredes. El destino les ha deparado algo muy diferente a la mudanza planeada. «No me quedan lágrimas...», dice Sergio. Pero sí. La emoción vuelve a resquebrajarle por dentro cuando escucha hablar a Sandra, una de las voluntarias que se presentó en su futura casa ayer por la mañana para remangarse en medio del agua y el lodo. «Lo que están haciendo es impagable», afirma mientras se funde con ella en un abrazo lleno de dolor, gratitud y empatía.
Ella y sus amigos Cristina y Jorge llegaron pronto a l'Horta Sud procedentes de la ciudad de Valencia. Lo hicieron cargados con agua, comida y conciencia social. «Hola. ¿Necesitáis ayuda?». Esta frase podía escucharse en cada rincón de las localidades afectadas por la dana. Dentro de las viviendas, el ruido de las escobas frotando el suelo resulta constante. Es la banda sonora de una catástrofe. Igual que el roce de las palas. Igual que el ruido de los muebles al caer en montañas donde se apila la historia de miles de hogares. La solidaridad emerge, otra vez, para superar la tragedia.
Noticia relacionada
Desde primera hora, coincidiendo con un festivo como el Día de Todos los Santos, los alrededores del cementerio de Valencia hicieron las veces de punto de partida hacia la esperanza en el sur de la provincia. El bulevar se convirtió en una procesión de solidaridad. Una incesante marea de ciudadanos tanto de la capital de Turia como de otras localidades se citaron para invadir los puentes que conectan el barrio de San Marcelino con la pedanía de La Torre.
En la pasarela ciclopeatonal Jorge Meliá Lafarga, inaugurada en 2022, no se veía el asfalto. Sólo pies de voluntarios. Los todavía limpios, iban camino del caos para sumar fuerzas. Los que estaban llenos de barro, ya regresaban del horror. Una marea incesante. Algunos van equipados con botas de agua. Otros, con las zapatillas de siempre. También hay quienes optan por bolsas de plástico para cubrirse.
Esa pasarela ciclopeatonal, así como el puente de la CV-400, son las transitadas vías por las que miles de voluntarios cruzan el nuevo cauce del Turia desde la ciudad de Valencia hacia los azotados municipios del sur de la provincia. Van cargados con escobas, cubos, rastrillos, capazos, palas, recogedores, barreños... Multitud de ellos también acuden con agua y comida.
«Venimos desde Paterna. Allí, en un restaurante del polígono, nos han hecho tortillas, bacon y demás. Hemos quedado por la mañana, hemos comprado barras de pan y nos hemos puesto a hacer bocadillos a punta pala. Hemos aparcado junto al cementerio de Valencia y hemos vendido andando para ayudar con escobas y ofrecer comida y agua» comenta Daniel mientras recorre una de las tétricas calles de Benetússer junto a sus amigos César, Jordi, Gabriel y Adrián. «Ver el puente con esas personas es una locura», afirman estos jóvenes. Lo tienen claro: «Cuando los humanos unimos nuestras fuerzas, emociona. Nos tenemos que juntar y ayudar».
María Dolores, Yolanda, Diego y Sergio caminan con paso firme por el bulevar a la altura de La Rambleta. Ellos han salido desde Mislata y se dirigen a La Torre. Allí han quedado con amigos afectados por los daños en negocios y casas. María Dolores, curiosamente, sufre la desolación por dos partes. Vive en Valencia pero es natural de la población albaceteña de Letur, también asolada por las inundaciones. Ayer sólo tenían un plan: «Vamos a estar ayudando hasta que se acabe la luz del sol».
Más adelante, en el puente de la CV-400, numerosos coches se detienen en el arcén para que bajen personas dispuestas a arrimar el hombro. La Policía y la Guardia Civil tratan de gestionar el cruce de vehículos y peatones. Un trasiego que refleja la caótica situación que se ha apoderado de Valencia. De repente, de unos de los vehículos parados, sale Juan Roig. El presidente de Mercadona, equipado con botas de agua, salta la mediana de la carretera como tantas otras personas para unirse al río de gente que va hacia el sur. El empresario valenciano se dirige a Benetússer con el objetivo de palpar el terreno en primera persona y conocer el alcance de los daños.
Otro rostro conocido, el futbolista del Levante Vicente Iborra, recorrió el mismo camino junto a su mujer y sus hijos el jueves. El jugador de Moncada arrastraba un carro repleto de alimentos. «Estábamos en casa y decidimos hacer algo por ayudar, aunque fuera mínimo. Fuimos a comprar lo que pudimos, lo que quedaba, para llevarlo a familias afectadas. Lo hicimos como otra mucha gente que nos encontramos por el camino. Gente que iba y venía. Era lo mínimo que podíamos hacer», cuenta.
Sirenas. Servicios de Bomberos y Policía de diferentes puntos de España han llegado para reforzar el dispositivo. La UME también se encuentra en Benetússer. «Parece que han encontrado otro cuerpo en la calle de atrás», comenta un vecino de la calle Ausiàs March, una de las más sacudidas en el municipio de l'Horta Sud. Montones de coches que llegan a la altura del primer piso de las fincas se clavan en el paisaje. Sobrecogedor. Las calles, barrizales absoluto. Lodo hasta las pestañas.
Sandra y sus amigos se han topado con la desolación de Sergio e Inma sobre las nueve y media de la mañana. «Hemos ido callejeando hasta que nos hemos venido aquí con esta familia y hemos podido ayudar», explica mientras arrastra con una escoba el agua. Lo hace embargada por la emoción. «No se puede expresar con palabras. Es una congoja, un sentimiento de cómo ha podido pasar esto... Es impresionante ver un colegio de aquí al lado destruido». Tiene la voz rota y los ojos vidriosos.
Como Sergio: «Aquí el agua llegó a 1,65 metros». Las marcas de las paredes lo atestigua. «Ya habíamos traído todas las cosas. Los muebles de la casa donde estábamos, electrodoméstico, ropa de los niños, armarios recién comprados, recuerdos familiares... Estábamos a dos calles en casa de mis padres viviendo. Ya estaba la obra hecha», lamenta Inma. Su marido recorre los pasillos tratando de asimilarlo: «La primera planta es la vivienda y lo hemos perdido todo. Pero bueno, estamos vivos».
La otra cara de la moneda la representa la labor de los voluntarios. «Aparte de familia y amigos que nos están ayudando, esto es de agradecer. Es una pasada. Cuando he visto aparecer a toda la gente para ayudar, limpiando la calle y apilando cosas, ha sido espectacular», destaca Sergio.
Sandra, Cristina y Jorge colaboran para achicar agua y sacar a la calle los incontables objetos que han quedado inservibles. La limpieza la llevan a cabo con mangueras. «Produce una gratificación enorme. Esto no se puede pagar. No hay palabras para explicar toda la ayuda que estamos recibiendo», agrega Inma.
La Ciutat de les Arts i les Ciències cerrará sus puertas este fin de semana para utilizar sus instalaciones como base del voluntariado. Desde este enclave saldrán autobuses hacia los destinos afectados mediante la organización de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia.
«Habrá sección de autobuses, de agua, de material... será un centro de recepción de voluntariado. A partir de ahí los grupos saldrán hacia los destinos que se nos diga desde la federación», explica el presidente de la Plataforma. «La operaciones partirán desde la Ciutat de les Arts con vehículos de la conselleria».
La Plataforma del Voluntariat coordinará en el Museo Príncipe Felipe 50 autobuses con capacidad de 50 personas cada uno para que se pueda acudir a los puntos afectados por la dana en Valencia.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Detenido un hombre al que se le cayó un revólver al suelo en la plaza de Coca
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.