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El robo de una réplica de una estela funeraria en 2016 ha permitido a la Guardia Civil destapar una red de comercialización ilegal de bienes muebles pertenecientes al Patrimonio Arqueológico. Miembros de este cuerpo, en concreto el Grupo de Apoyo a la Unidad Central ... Operativa de Medio Ambiente (UCOMA), han desarrollado, durante los últimos meses, la 'Operación Hilarriak' que ha permitido recuperar seis estelas funerarias «de gran valor» pertenecientes al Patrimonio Arqueológico Nacional y que se podrían haber sido expoliadas en yacimientos de Gipuzkoa, Burgos, Soria y Guadalajara. También han identificado a siete personas, entre ellas, cinco vascas.
Los hechos se remontan a mayo de 2016, cuando recibieron una denuncia por la sustracción de una réplica de una estela funeraria perteneciente al conjunto funerario de Argiñeta en la localidad vizcaína de Elorrio, considerado como «uno de los monumentos más importantes del País Vasco», ha recordado la Guardia Civil.
A raíz de esa denuncia, se inició una investigación para intentar localizar la réplica sustraída, en la que se detectaron siete estelas discoideas, que se encontraban a la venta en distintos portales de Internet, una tienda de antigüedades de Bilbao y una conocida casa de subastas de la misma localidad, aunque ninguna coincidía con la copia sustraída.
«Al no existir ningún inventario unificado que recoja las numerosas estelas que componen el Patrimonio Arqueológico Español, no se pudo discernir cuál era la procedencia de esas siete figuras arqueológicas, motivo por el cual, en los primeros estadios de la investigación, se solicitaron informes a distintos organismos oficiales relacionados con el patrimonio y la arqueología», ha explicado la Guardia Civil.
Una vez recibidos los informes emitidos por los distintos organismos municipales, forales y gubernativos, la investigación determinó que las lápidas funerarias estaban consideradas bienes arqueológicos y por tanto sometidas a la Ley Patrimonial en su área arqueológica, «siendo las mismas de dominio público». Por ello, bajo la dirección de la Sección de Medio Ambiente de la Fiscalía Provincial de Bizkaia, se realizaron diversas inspecciones en los lugares donde se ubicaban las estelas identificadas.
La operación terminó con la aprehensión y recuperación de seis estelas funerarias «de gran valor arqueológico» y, con ello, la atribución a tres vizcaínos, un guipuzcoano, un alavés, un cántabro y un madrileño de sendos delitos de receptación de bienes pertenecientes al Patrimonio Arqueológico Vasco.
Las estelas han sido depositadas de manera temporal en el Museo de San Telmo, en San Sebastián, para su estudio y valoración, así como para determinar su adecuada conservación. Dicho espacio dispone ya de una colección permanente de estelas funerarias de gran interés.
La investigadores creen que las estelas funerarias podrían proceder de las provincias de Gipuzkoa, Burgos, Guadalajara y Soria, una vez consultados los primeros informes de las autoridades competentes, entre ellas Departamento de Cultura y Política Lingüística de la Dirección de Patrimonio Cultural del Gobierno vasco, así como de las declaraciones de los investigados.
Una de las piezas recuperadas pertenece, según la investigación, al yacimiento arqueológico de «El Pedregal», en Villalba de Losa, situado en la provincia de Burgos, que data del periodo entre el 500 y el 100 a.C. y el Romano Altoimperial de los siglos I y II.
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