Un grupo de jóvenes apalea a dos ertzainas que identificaban a un hombre en Vitoria

Una patrulla que se encontraba realizando labores de vigilancia por el entorno, incrementada a raíz de una época convulsa de peleas callejeras, localizó a un hombre tirado en el suelo, en medio de la acera. Los agentes se apearon del coche para interesarse por el estado de un ciudadano que podía necesitar ayuda. Al preguntarle si se encontraba en buen estado, el individuo reaccionó de manera violenta contra los uniformados. Según han explicado los agentes a sus compañeros, el joven, que podía sufrir problemas mentales, se revolvió y empezó a increparles. Los ertzainas le pidieron que se identificara, pero la actuación se convirtió en una trifulca.

Los gritos alertaron a los amigos, que se acercaron para interesarse por lo que ocurría. El grupo de curiosos empezó a rodear a los agentes y algunas personas a golpearles. Al menos media docena de ellos participaron en la agresión. Ni siquiera les dio tiempo a pedir refuerzos. Entre todos, les apalearon y dejaron la cara amoratada, una ceja abierta y alguna pieza dental rota, según fuentes internas.

Mientras los policías eran agredidos, les robaron dos teléfonos móviles, uno de ellos personal y el otro de trabajo, que habían dejado en el interior del coche policial. Habían estacionado el vehículo en las inmediaciones mientras comprobaban qué le ocurría al hombre tumbado en el suelo, al pensar que se trataría de un momento. Los ladrones también se apoderaron de las linternas de dotación que llevaban en el vehículo. Afortunadamente, la escopeta estaba bien sujeta, por lo que no la pudieron sustraer. Los agentes heridos fueron trasladados hasta un centro sanitario cercano para ser atendidos de las lesiones que presentaban, que en principio no revestían gravedad.

Dos de los al menos seis agresores pudieron ser detenidos bajo la acusación de un delito de atentado a agentes de la autoridad, según detallaron desde el Departamento de Seguridad. Los otros implicados, sin embargo, desaparecieron y hasta el momento no han podido ser identificados. Los detenidos fueron trasladados a los calabozos de la comisaría vitoriana.

Hace aproximadamente una semana, una ertzaina que se encontraba precisamente en esa sede policial sufrió también una agresión por parte de un arrestado. El detenido, que tenía las manos esposadas, le asestó un cabezazo a la agente. Fuentes internas denuncian que este tipo de episodios violentos se repiten cada vez con más frecuencia y que los ertzainas sienten una mayor agresividad por parte de los delincuentes, en especial en algunas zonas de las ciudades, como Aldabe o San Francisco, en Bilbao.

No son los únicos que han notado que algo está cambiando, que las reacciones de los detenidos, que son cada vez más difíciles de apaciguar. Después de cinco peleas en apenas un mes y de que la Ertzaintza y la Policía Local tuvieran que intervenir en al menos tres altercados desde finales del pasado mes de abril, vecinos de Aldabe confesaban a este periódico su miedo. «Sentimos pavor. Nunca habíamos visto la violencia que se palpa ahora».

Precisamente, el pasado 18 de abril se produjo un punto de inflexión. Un total de 27 patrullas tuvieron que desplazarse hasta esta zona de la capital vasca para sofocar una auténtica batalla campal. Desde entonces, se ha aumentado la presencia policial en la zona.